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Un hombre de 69 años con cuatro antecedentes por agresión sexual ha admitido hoy en un juicio haber intentado violar a una joven amenazándola con un cúter y haberle robado el móvil, por lo que la fiscal ha rebajado la pena inicial solicitada de 16 años a 9 años de cárcel por ambos delitos.
En el juicio en la Sección segunda de la Audiencia de Barcelona, que hoy ha quedado visto para sentencia, el acusado ha reconocido todos los hechos que la fiscalía le atribuye, al admitir que intentó violar a una joven cuando salía de trabajar del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y que también le robó el móvil, por lo que las partes han renunciado a la comparecencia de la víctima como testigo y a la práctica del resto de pruebas.
En la vista oral, el único interrogado ha sido el acusado, quien ante las preguntas de la fiscal ha reconocido la comisión de los hechos que sucedieron en un descampado usado como aparcamiento alrededor del Hospital de Sant Joan de Déu en marzo de 2017.
Según el escrito de la fiscal, la víctima salió de trabajar del hospital y se dirigió a su coche aparcado en el descampado cuando, una vez en el interior, el acusado abrió la puerta del conductor, la amenazó con un cúter de 10 centímetros y trató de entrar en el vehículo. La víctima intentó alcanzar el móvil para pedir auxilio pero el autor confeso de los hechos se lo arrebató y se lo guardó.
El acusado sacó a la joven del coche y al no poder agredirla sexualmente se marchó del lugar, tras amenazarla de nuevo con el cúter para que no contara los hechos.
El autor de los delitos fue localizado después de vender el móvil, que robó a la víctima, en una tienda de la estación de Sants de Barcelona.
Los investigadores del caso encontraron al hombre gracias a las cámaras de seguridad del establecimiento y, después de que la víctima le identificara en una rueda de reconocimiento, se acordó su ingresó en prisión provisional sin fianza en marzo de 2017.
El acusado había sido condenado en 2005 por cuatro delitos de agresión sexual a 11 años de prisión y finalmente salió en libertad en mayo de 2014. La defensa ha aportado a la causa un informe pericial que prueba que el hombre acusado tiene un "coeficiente límite".
El psicólogo forense encargado del informe pericial, Bernat-N. Tiffon, ha afirmado que, en las entrevistas que tuvo con el acusado, éste reconoció los hechos por los que se le acusa aunque dijo que "no entendía por qué lo hizo".
Las pruebas practicadas al autor confeso de los hechos también muestran que por su edad, 69 años, ya presenta un "deterioro neurocognitivo" y que además tiene un "coeficiente límite".
