El Ayuntamiento de Reus ordena derruir una casa del centro que amenaza ruina

El mal estado del inmueble, en la esquina de las calles Sant Magí Alegre y Sant Vicenç, había provocado quejas entre los vecinos

19 mayo 2017 15:38 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:38
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Los vecinos de las calles Sant Magí Alegre y Sant Vicenç -en la esquina que hay muy cerca de la plaza de la Llibertat- podrán respirar un poco más tranquilos dentro de poco. El Ayuntamiento de Reus ha ordenado al propietario de un inmueble que hay en esta esquina que lo derruya, ya que amenaza ruina y existe un peligro real de que pueda ocurrir una desgracia. Según han confirmado al Diari fuentes del consistorio reusense, la orden de derribo ya está en manos del dueño de la casa -que está en venta y éste tiene que presentar ahora el proyecto de derribo para su ejecución final.

La noticia ha sido confirmada después de que esta redacción haya recogido las quejas y preocupación de los vecinos más próximos a un inmueble que en sus inicios albergó una fábrica textil y posteriormente, hasta su cierre definitivo hace ya unos cuantos años, tuvo en sus bajos un taller mecánico y en las tres plantas superiores un parking.

Desde que este último negocio cerró el deterioro del edificio ha ido a más, hasta tal punto que desde el Ayuntamiento de Reus obligaron hace tiempo a su propietario a tomar una serie de medidas preventivas, antes de ordenar su derrumbe definitivo. Entre estas medidas destaca el apuntalamiento de la mayoría de ventanas, así como la instalación de una plancha metálica que rodea el edificio y evita que caigan trozos del rebozado de la fachada. Desde el consistorio explican que llevan trabajando para intentar solucionar el problema desde hace tiempo ya que el expediente se abrió en el año 2012.

Un vecino que vive en un portal cercano de la calle Sant Vicenç -sin conocer la noticia de que la casa será derruida- explicaba que «no puede ser que tengamos este edificio en este estado tan deplorable. Un día pasará algo y tendremos que lamentarnos. Está claro que el Ayuntamiento debería hacer algo al respecto». Entre los principales inconvenientes que supone vivir al lado de un inmueble tan deteriorado, este vecino comenta que «no sólo es el ruido que hacen los trozos de fachada cuando se caen los días de lluvia y viento, sino también los problemas de salubridad que van asociados, porque el interior del inmueble debe ser un nido de porquería». De hecho, por algunos agujeros de las ventanas es habitual ver entrar y salir palomas, por lo que es más que probable que el interior de la casa se haya convertido en un palomar, un problema que se da en muchas casas abandonadas de otros barrios de la ciudad como puede ser el del Carme.

Según la normativa municipal, es el propietario de un inmueble el que tiene la obligación de tenerlo en perfecto estado. No obstante, eso no significa que el consistorio se lave las manos ante un problema de estas características, ya que se encarga de hacer requerimientos a los dueños de los edificios en mal estado para que se preocupen de arreglarlos. En ocasiones, también puede actuar el ayuntamiento de manera subsidiaria o, como ocurre en este caso, dictar una orden de derrumbe del edificio.

 

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