Las obras del parking disuasorio de la avenida Pompeu Fabra de Salou progresan de manera positiva y se prevé que esté operativo para febrero de 2024.
Se están construyendo 180 nuevas plazas, que se suman a las 90 que ya había, y cuatro puntos de carga semirrápida para vehículos eléctricos. Forma parte de la política de aparcamientos disuasorios que el Ayuntamiento quiere construir alrededor del núcleo del centro de Salou, para el avance hacia un nuevo modelo de movilidad sostenible que reduzca el uso del coche privado.
El proyecto se ejecuta dentro de la estrategia de sostenibilidad turística en destinos, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por los fondos europeos Next Generation.
Tal y como ha detallado el alcalde de Salou, Pere Granados, en una visita a las obras, «lo que hacemos es reducir la presencia de vehículos en las calles principales para ganar más espacio para la calidad de vida de las personas». De esta manera, también, se fomenta la movilidad por el municipio a pie y en bicicleta.
El aparcamiento quedará integrado paisajísticamente en una replantación de vegetación autóctona acorde y adaptada a las nuevas condiciones climáticas.
Para la iluminación del equipamiento se utilizarán puntos de luz de tipo LED, para reducir el consumo energético y mantener la seguridad durante las horas nocturnas. El aparcamiento contará con entrada y salida por la avenida de la Pedrera, además de la que ya disponía por la calle Pompeu Fabra.
Refugios climáticos
Granados ha avanzado que uno de los proyectos en los que están trabajando es en crear refugios climáticos en varios parques públicos del municipio, uno de ellos, el bosque de les Pedreres, junto al nuevo aparcamiento. Como ha afirmado el alcalde, «queremos convertir Salou en un destino turístico y refugio climático», para poner en valor la naturaleza litoral y del interior.
