Torredembarra activa una partida para la ‘salvación’ del edificio del Antic Escorxador

Uno de los edificios históricos que pasa más desapercibido en el centro de Torredembarra es el Antic Escorxador, situado en la plaza del mismo nombre. El edificio se remonta al último tercio del siglo XIX cuando el arquitecto Ramon Salas y el maestro de obras Manuel Ramon i Huguet fueorn los encargados de diseñar y levantar un inmueble nuevo de una planta en una superficie de 690 metros cuadrados.

El equipamiento, impulsado por el Ayuntamiento de la época (el responsable político fue el concejal de sanidad Josep Boronat) pretendia solucionar la insalubridad del antiguo matadero que funcionaba en la localidad, en la calle Carnisseria, y que ofrecía un estado deplorable, según recogen crónicas de la época con las quejas de los profesionales.

El matadero que relevó al de la calle Carnisseria se inauguró en 1865 y funcionó hasta bien entrado el siglo XX. La actividad comercial menguó y el edificio cerró su actividad y lentamente quedó en el olvido. Nació siendo propiedad municipal y esta titularidad sigue vigente a fecha actual.

Edificio ‘incómodo’

Con los años, este inmueble de planta en forma de trapezio quedó integrado con el crecimiento de la ciudad pero sin ningún interés en reaprovecharlo para otras actividades. Con el tiempo, las campañas políticas y los candidatos vieron en este inmueble alguna oportunidad de revitalizarlo para dar vida a la plaza donde está ubicado.

En 2010, dentro de la Llei de Barris, Torredembarra vio la oportunidad de poder obtener dinero autonómico para revitalizar el centro histórico torrense y con él darle también un impulso al edificio. El inmueble con los años languidecía de forma imparable y su deterioro lentamente debilitaba la estructura, aunque por aquel entonces no había riesgo de que se derrumbara.

Entre las ideas que se plantearon hace más de una década estaba la de reaprovechar ese edificio en un centro cívico y dar respuesta social a una de las zonas de la ciudad.

La propuesta fue defendida, por Alternativa Baix Gaià (ABG) tonto en la oposición como en su etapa de gobierno, pero la idea política quedó solo en una propuesta que no tuvo mayor recorrido. Terminada la Llei de Barris, el Antic Escorxador continuó languideciendo en este punto de la ciudad.

En estos últimos años se ha hablado del Antic Escorxador, pero nada que pudiera entender de que habría una actuación firme para poderlo salvar de un derrumbe indeseado. El alcalde Eduard Rovira explicaba hace unas semanas, cuando se terminaban de pulir los presupuestos para este año, que había intención de guardar una partida económica para hacer una primera actuación en el Antic Escorxador, una acción que fuera el prelúdio de dar una solución a un edificio con interés arquitectónico y protegido dentro de la catalogación local.

El último jueves de febrero, el pleno de Torredembarra aprobó las cuentas para este año. Y dentro del capítulo de inversiones hay 40.000 euros para el Antic Escorxador. El alcalde Rovira apunta que es una partida económica para las primeras actuaciones y frenar el deterioro del inmueble del siglo XIX.

El dinero se utilizará para reciclar la uralita del tejado (que requiere de un proceso controlado por el amianto que tiene este material de construcción) y en una segunda fase se encargará los estudios y trabajos técnicos para llevar a cabo el proyecto de restauración del inmueble. Quedará luego decidir qué uso podrá tener y si estos 690 metros cuadrados de parcela albergarán otra estructura complementaria a la que actualmente existe en este punto de la ciudad.

A diferencia de hace 12 años, con la propuesta de ABG y su centro cívico en esta parte del municipio, ahora no hay propuestas sólidas para este enclave y la situación social, económica y política ha cambiado. La intención del gobierno local es el de preservar el edificio y evitar que un inmueble del siglo XIX termine derrumbado por la inacción de sus titulares, en este caso el Ayuntamiento. Y luego ya se verá que puede plantearse en este inmueble.