A juicio el hombre que asestó 40 puñaladas a su expareja dentro del coche en Salou

Tras cometer el crimen, se entregó en la comisaría de Mossos de Salou/Vila-seca y confesó. Se enfrenta a 23 años de prisión

08 enero 2019 11:26 | Actualizado a 08 enero 2019 11:52
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La Audiencia de Tarragona constituirá el próximo viernes el jurado popular encargado de juzgar el asesino confeso de su expareja en Salou (Tarragonès) el 25 de junio del 2017.

El hombre, que se enfrenta a 23 años de prisión, clavó unas 40 cuchilladas a la mujer dentro del coche de ella. Posteriormente, el individuo se presentó a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Salou, donde quedó detenido.

Según la fiscalía, Abderrahmane H., de 45 años, insistía al volver con la chica después de que unos meses atrás rompieran la relación sentimental que habían mantenido durante ocho años. El juicio está previsto que se celebre del 14 al 18 de enero.

Después de poner fin a la convivencia a mediados de febrero del 2017, la víctima inició una nueva relación sentimental con otro hombre en abril.

Fadua, en el corazón de todos

Fadua descansará eternamente en el cementerio de Nador, su ciudad natal. Pero su sonrisa perdurará en la memoria de sus amigos y compañeros de trabajo por mucho tiempo. El duro golpe sufrido el domingo por la mañana, cuando se enteraron de que su amiga había sido acuchillada por su ex pareja, Hammou Abderrahamane, aún cuesta asimilar.

Según la fiscalía, desde principios de mayo el acusado insistía al reiniciar la relación con la chica, que tenía 30 años. En este sentido, intentaba contactar con ella llamándola de forma reiterada a su teléfono móvil y frecuentaba la heladería donde trabajaba, en La Pineda.

El 25 de junio del 2017, entre las 5.30 y 6.30 horas de la madrugada, ante la sospecha de que Fadoua hubiera empezado una nueva relación, el acusado se situó en un lugar próximo al domicilio de la joven, en la zona residencial de Vilafortuny, Cambrils (Baix Camp), con un cuchillo de cocina de 19 centímetros de hoja y con una empuñadura de plástico de unos 14 centímetros de longitud.

El acusado sabía que Fadoua saldría de su domicilio a una hora determinada para dirigirse a su puesto de trabajo. Una vez la chica ya estaba en la calle y se introdujo en su vehículo Peugeot 206, el acusado aprovechó para subir al asiento del copiloto y le manifestó su intención de dialogar sobre el estado de su relación sentimental.

Según el fiscal, se fueron los dos en el coche por la carretera T-325, más conocida como Vial de Cavet, que une Salou y Cambrils. A la altura del punto kilométrico 1,9, dentro del término de Salou y cerca del cámping Sangulí, la chica paró el vehículo de forma repentina cogiendo al acusado. 

Éste reaccionó y actuó "con la intención de acabar con la vida de Fadoua o siendo consciente de que podía ocasionarle la muerte”. Se sacó el cuchillo de cocina y le propinó unas 40 cuchilladas en varias partes del cuerpo. 

La agresión le produjo la muerte inmediata debido a las graves heridas de arma blanca en el tórax, con afectación a órganos como el corazón y los pulmones. El acusado le perpetró dos heridas en el cuello, seis a la espalda, cuatro en el tórax y abdomen, 12 en la cara, 16 heridas y hematomas en los brazos y una cuchillada en la pierna, según el estudio forense. 

Según el fiscal, Abderrahmane H., vecino de Vila-seca y de nacionalidad marroquí, propinó todas estas cuchilladas “con la intención de aumentar el dolor de Fadoua o siente plenamente consciente que con su actuación aumentaba el dolor”.

Confesión en la comisaría de los Mossos 

Después de cometer los hechos, hacia las 8.30 horas de la mañana del 25 de junio, el acusado acudió a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Salou/Vila-seca (Tarragonès). Allá comunicó a los agentes “que había discutido con su expareja y que la había matado a cuchilladas, sin alterar el escenario del suceso ni realizar ninguna actuación que dificultara el esclarecimiento de los hechos”, recoge el escrito del fiscal.

Los agentes localizaron el cadáver en el asiento del conductor con múltiples heridas de arma blanca y con evidentes síntomas de ensañamiento.

Alevosía y ensañamiento 

Según el fiscal, los hechos constituyen un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con el agravante de parentesco y la circunstancia atenuante de confesión. Por este motivo, el ministerio público solicita una pena de 23 años de prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 1.000 metros o comunicarse con los familiares de la víctima durante un periodo de 25 años. El fiscal también solicita que el acusado indemnice los padres de la chica con 100.000 euros por el perjuicio moral causado y a la hermana con otros 90.000 euros.

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