Adolescentes chuleando a policías en Vila-seca

La nueva moda de ciclomotores eléctricos ha provocado encontronazos entre usuarios y agentes en esta ciudad

13 julio 2019 15:33 | Actualizado a 16 julio 2019 11:21
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En pleno debate político y social de la regulación municipal de los patinetes eléctricos y sus carriles de circulación, ha aparecido un nuevo problema difícil de gestionar con vehículos más potentes que los patinetes eléctricos que circulan por aceras, calles o carriles bicis.

Son los denominados vehículos L1e-A y L1e-B, ciclos con pedales y propulsión auxiliar. Estos, según el Servei Català de Trànsit y la Dirección General de Tráfico (DGT) se consideran ciclomotores y como tales tienen las obligaciones de matrícula, seguro, permiso y circular con casco.

La norma, desconocida por la gran mayoría de usuarios, ha motivado que haya habido encontronazos entre usuarios y agentes de policía al aplicar la Ley de Seguridad Vial. En Vila-seca ha habido cuatro ejemplos, dos de ellos han terminado con apertura de diligencias judiciales por  un presunto delito de atentado contra la autoridad. 

El primer encontronazo ocurrió el fin de semana de Sant Pere, el día 28. Una patrulla multó a uno de estos vehículos eléctricos porque estaba estacionado en una zona prohibida de la calle de Gaià, en el barrio de La Plana. El usuario se acercó al agente y tras coger la multa se encaró y le amenazó.

El titular, un adolescente, se personó en la comisaría de la Policía Local más tarde para reclamar sin éxito que le quitaran la multa. Ante la frustración del intento, salió de la comisaría con el mismo vehículo circulando en sentido contrario y con maniobras peligrosas.

Por todo ello, terminó de nuevo sancionado por los agentes. El vehículo no está matriculado, el conductor no tiene permiso de conducir y tampoco seguro. El caso no fue aislado, según han confirmado fuentes policiales al Diari.  

El pasado 6 de julio, en la calle de La Riera de Vila-seca otro adolescente de unos 15 años, circulaba con otra moto eléctrica de 2.200 kilowatios de potencia, un vehículo considerado por la DGT como ciclomotor.  En esta ocasión, los agentes alertaron a la madre del adolescente de que no podía circular con este vehículo sin cumplir las normas de seguridad del tráfico: casco, permiso, seguro y matrícula.

El día 11 de julio otros dos casos de advertencia. el primero en la calle Sant Jordi. El madre del menor que circulaba con el vehículo se hizo cargo del vehículo y agradeció los consejos y las obligaciones que le dieron los agentes de la Policía Local.

Sin embargo, en la calle Sant Antoni ese mismo día otro menor fue requerido por los agentes por llevar estos ciclomotores eléctricos. El menor reaccionó como el del barrio de La Plana con insultos y amenazas a los agentes, que no dudaron el abrirle diligencias judiciales por atentado al agente de la autoridad. Informaron a la madre del conductor tanto de las obligaciones de estos ciclomotores como de la falta de respeto que tuvo hacia los agentes.

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