La muerte de diversos gatos tanto domésticos como asilvestrados en Cunit ha alertado a los vecinos ante el temor de que la causa sea por envenenamiento. El Ayuntamiento recuerda que la colocación de veneno está prohibida y colocará carteles en las zonas donde se han encontrado animales muertos advirtiendo de las sanciones.
El concejal de Medio Ambiente, Antoni Martínez, destaca que además de la salvajada de matar a los gatos, la colocación del veneno es un delito grave por la afectación que puede tener para la salud pública. En este sentido también se modificará la ordenanza para elevar la multa por estos hechos a 20.000 euros.
Martínez añade que el Consistorio estudia cómo controlar la población de gatos callejeros, como campañas de esterilización para evitar que su número crezca excesivamente, pero manteniendo unos ejemplares en colonias controladas ya que también ayudan a reducir la presencia de roedores.