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"No es una gamberrada. Es un ataque político". Así define el Ayuntamiento de Bellvei la desaparición de la placa que se colocó para bautizar la plaza donde se concentró la votación del referéndum y los vecinos custodiaron las urnas antes del recuento que se hizo en la iglesia.
El consistorio ya ha denunciado el acto pero apuntando que tiene connotaciones políticas, con lo que pretende que el posible castigo a los autores vaya más allá que un acto de vandalismo.
'La plaza del pueblo'
El Ayuntamiento aprobó denominar a esa plaza como de 1-O. El alcalde Fèlix Sanz destacó que «a partir de ahora esta plaza es de todo el pueblo y simboliza el espacio en el que por un día centenares de personas se unieron para defender un derecho básico como es el de poder votar».
Pero la plaza duró poco. Unos desconocidos la arrancaron pocas horas después de la colocación. Ahora el Ayuntamiento señala que ha puesto una denuncia contra los autores del robo. Destaca en la denuncia que no se trata de una gamberrada, sino de un ataque político.
Volverá
Tras percibirse de la desaparición de la placa, el Ayuntamiento ya dijo que volverá a colocarla.
Se desconoce quién ha arrancado la plaza. En Bellvei ya se han vivido diferentes episodios similares con la retirada de estelades colocadas en farolas en la vís pública.
La ANC, impulsora de la colocación de la placa, destaca que era previsible que alguien arrancase la placa. Pero señala que "ni la intolerancia ni el fascismo podrán impedir que el espacio mantenga su nombre y nosotros la dignidad".
