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La Semanana Santa es cuando más visitantes llegan a Calafell y también cuando más desplazamientos hay por las vías urbanas de un municipio diseminado en diversas urbanizaciones, por lo que el tráfico se incrementa. Y se corre mucho, como denuncian los vecinos desde hace años.
La Policía Local realizó controles durante la Semana Santa y el 80% de los coches que pasaron por el radar iban con exceso de velocidad. De los 223 vehículos controlados, han sido 179 los que superaban el límite de velocidad en las vías urbanas y serán sancionados, además de la pérdida de puntos del carnet, según la velocidad a la que hayan ido.
El radar se ha colocado en zonas como la C-31 a su paso por el área comercial de Mas Mel, en la avenida Lluís Companys o en la rambla Jaume Tobella, donde los vecinos ya alertan que el exceso de velocidad es habitual.
El Ayuntamiento explica que «el objetivo de los controles no es recaudar con multas, sino garantizar la seguridad viaria. Si se multa a alguien es porque ha infringido la normativa o la señalización que hay para que las calles no sean una selva», señala el concejal Joan Maria Triadó (UAM).
Crece
En este sentido avisa que se repetirán las campañas porque el número de accidentes no deja de crecer en las vías urbanas del municipio. Es un problema que se intensifica en las temporadas turísticas.
Mientras en el año 2008 en Calafell hubieron 150 accidentes en vías urbanas, en 2016 fueron 205 y el número de atropellos se ha multiplicado por cuatro en ese mismo periodo.
Los controles no se centrarán en las épocas turísticas. Los vecinos denuncian que durante todo el año hay quienes han tomado las calles como circuitos de velocidad.
