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Lleva 266 horas conociendo lo que es la falta de libertad. «Para moverse, para estar con los tuyos, para hablar... Pensar tener que estar así estar meses y meses sin haber hecho nada es horrible».
Quino Meyer es de Manresa pero a las diez de la noche del viernes entró en una prisión provisional en Calafell. Hasta las doce del mediodía del sábado estará entre rejas.
Reivindicar
La iniciativa de Omnium Cultural y de la Assemblea Nacional Catalana de montar módulos de prisiones en las calles para que los vecinos reivindiquen la libertad de los presos independentistas ha recorrido diferentes municipios de Catalunya. Hasta este domingo estará en Calafell.
Los vecinos pueden apuntarse para con ese gesto reivindicar la libertad de los presos catalanes. Para cubrir los días de Calafell ya no hay plaza. La condición es que el mínimo de estancia en esas celdas sea de dos horas. De día, de noche, llueva o haga sol. En Calafell, los dos módulos se han instalado junto al mercado municipal.
Una cuestión de justicia
«No es una cuestión de independencia si o no. Es una cuestión de justicia si o no», explica Quino Meyer, el preso voluntario, desde su módulo. Enfrente tiene a otro vecino también encarcelado. «Sin libertad no hay nada. Hay políticos en la cárcel por mostrar su ideología y políticos corruptos y prevaricadores que están en la calle. Eso no es normal. Por eso nos encerramos».
En las horas que lleva la iniciativa en Calafell no han habido problemas. Muchos vecinos se acercan a saludar a quienes pasan horas en esos módulos muy similares a los reales.
