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El Ayuntamiento de Barcelona retira su acusación contra los estudiantes Ismael Benito, de El Vendrell, y Dani Ayyash, detenidos tras los incidentes de la huelga del 29-M del 2012.
Benito y Ayyash están pendientes de juicio y se enfentan a una petición de 8 años de cárcel por parte de la Fiscalía. Además del Ayuntamiento también se personaron como acusación la Generalitat y la Fiscalía, que no han retirado las denuncias.
La nueva alcaldesa de Barcelona, Ada Colau dice que «de los hechos no se desprende una autoría clara» y que los estudiantes se declaran «rotundamente inocentes» y no han aceptado negociar la conformidad. También señala que la pena a la que se enfrentan los jóvenes «en ningún caso cumplirá una función de resocialización» porque «tienen una vida desarrollada con absoluta normalidad y se les pide una pena reservada para otras conductas».
También argumenta que «el alargamiento en el tiempo del proceso ha sido una carga que ha impedido el libre desarrollo de la personalidad y la vida a dos estudiantes universitarios plenamente integrados en la sociedad».
