Los vecinos de la urbanización de El Vendrell observaban los hierros retorcidos de lo que había sido el cobijo del hombre que resultó quemado. Lamentaban la situación.
«Y sobre todo porque lo habíamos avisado. A los Servicios Sociales del Ayuntamiento, a ala Policía Local... pero allí seguía el hombre sin ningún tipo de atención».
"Tenía que intentar salvarlo. Aquel hombre estaba rodeado por el fuego"
Bruno Barrero no lo dudó. Sabía que dentro de aquella especie de jaula formada con hierros estaba el señor José, como lo conocen los vecinos. El hombre vivía en esa chabola desde hacía tiempo. Junto a casas de la urbanización Oasis de El Vendrell.
Era habitual verle por la calle con un cartel en el que pedía ‘ayuda’ colgado del pecho. También por su bastón de hierro y por cómo caminaba con mucha dificultad. O por cómo en algunos momentos se paraba en una acera y gritaba.