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Poco después de las 14.30 horas, un agente de la Policía Local de Creixell entraba en un bar de la calle Doctor Pujol. Al mismo tiempo, un hombre de 71 años accedía al local y se sentaba en una mesa. Hasta aquí todo normal.
A los pocos minutos, el agente uniformado, empezaba a ser la diana de una retahíla de insultos cada vez más desagradables sin motivo aparente. El agente, que no fue el único que recibió los exabruptos del hombre, le invitó a salir para no molestar a la clientela e intentar resolver el conflicto en la terraza del local.
Al hombre se le recordó que debía ponerse la mascarilla ya que estaba en la calle, pero siguió criticando, insultando al agente, que harto de escucharlo le pidió la documentación.
El hombre se resistió a identificarse mientras seguía amenazando y con la mascarilla mal puesta. Incluso se atrevió a acercarle la cara sin la protección a escasos centímetros del agente, que terminó por hartarse de la actitud y procedió a detenerle por atentado contra la autoridad y alteración del orden.
El detenido fue llevado no sin problemas con el coche policial con mampara y una vez en comisaría se abrieron las diligencias a la espera de que Mossos d'Esquadra pasara a recogerlo y lo derivara a su comisaría de El Vendrell.
Por la noche, el vecino quedo en libertad policial y a la espera de presentarse en el juzgado cuando sea requerido. Fuentes policiales señalan que el vecino de Creixell tiene dos casos de actuación similar en el pasado contra agentes de policía de otras localidades de la comarca del Tarragonès.
