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El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Reus envió el viernes una providencia al Juzgado Decano de la Seu d’Urgell para que notificara a un ciudadano italiano de 36 años y afincado en Mont-roig que se persone el día 14 en la capital del Baix Camp para declarar sobre el presunto secuestro parental de sus cuatro hijos el pasado 2 de enero.
El caso se filtró parcialmente el pasado jueves, cuando el hombre que estaba en busca y captura fue localizado en un hostal de Andorra la Vella por parte de la Policía de ese país. Este cuerpo informó del paradero del ciudadano a los Mossos d’Esquadra, pero no lo detuvo ni tuteló a los menores. Consideró que estaban bien y que no había indicios de que pudieran haber sufrido malos tratos.
La madre intentó entrar en Andorra el viernes para denunciar en los juzgados a su pareja. No pudo cruzar la frontera, ya que la Policía no lo autorizó, según han informado fuentes conocedoras del caso al Diari.
El informe de la Unitat Central de Segrestos i Extorsions de Mossos apunta graves amenazas hacia los menores, puesto que el acusado tiene un historial delictivo internacional y el contenido de algunas llamadas telefónicas dan pie a que la integridad física de los pequeños no estaría totalmente garantizada bajo su tutela.
El padre sigue en Andorra, país que no pertenece al Espacio Schengen. Por ello, la orden de busca y captura emitida no tiene efectos. Y si se quiere detener al padre, se deberá actuar de otra forma (comisión rogatoria), salvo que él voluntariamente cruce de nuevo las fronteras y declare en Reus el próximo jueves.
La denuncia, en la comisaría de Cambrils
El 2 de enero, Mossos de la comisaría de Cambrils recogían una denuncia de una mujer, de nacionalidad italiana y afincada en la urbanización Mont-roig Bahía, que había sido abandonada en una gasolinera sin teléfono no documentación.
Ella denunciaba un presunto delito de malos tratos y amenazas de su pareja, también italiana, y la huida de éste con sus cuatro hijos, de edades comprendidas desde 3 meses a 4 años. El acusado conducía una furgoneta Ford Trànsit de alquiler y su paradero era desconocido en aquellos momentos.
La investigación empezó por buscar al padre y a los menores en los lugares más cercanos: la casa de alquiler que ambos tienen en Mont-roig o en el negocio que regenta en Roda de Berà. La pareja llevaba en Catalunya pocos meses y vivía antes en Cádiz.
Ante los resultados negativos de la búsqueda (por parte de agentes de Cambrils y del área de investigación de Reus) y las llamadas amenazantes que recibía su pareja y familiares, el caso derivó a la Unitat Central de Segrestos i Extorsions.
La primera pista (falsa) fue que había estado en El Vendrell. No había rastro de su paradero. Las amenazas hacia los pequeños motivó a Mossos a pedir la intervención de los teléfonos ante el riesgo de que el padre pudiera agredir o matar a sus hijos.
El jueves se localizó al padre y a sus hijos. Los agentes andorranos se entrevistaron con él y consideraron que no había riesgo inminente. Ante esta postura, la madre también ha solicitado al El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Reus que dicte una orden internacional de busca y captura para su pareja.
