El podenco de Calafell rescatado con salchichas de frankfurt

La entidad Encoan ha salvado a un animal que muchos vecinos vieron deambular por una finca

19 febrero 2021 19:22 | Actualizado a 20 febrero 2021 08:33
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Lleva días asustado por el entorno de la depuradora de aguas de Calafell. Muy delgado y  triste. Rechazando cualquier presencia humana. Alejándose.

La imagen de ese podenco adulto motivó que muchos vecinos avisasen de su presencia. Pedían que alguien se hiciese cargo del animal para atenderlo y comprobar su estado.

La Associació per la protecció animal i la natura de Calafell (Encoan) se movilizó para dar con el animal. La historia que hay detrás de ese podenco ha despertado una ola de solidaridad.

El animal vivía en una parcela  de la zona junto a otro perro y su propietario, un hombre de 80 años que hace unos días sufrió un desvanecimiento. Un vecino que pasaba por la zona vio al hombre en el suelo y avisó a los equipos de emergencias médicas que lo atendieron y llevaron al hospital.

No podrá regresar
Pero el hombre no podrá regresar ya que ha sido ingresado en una residencia. En la finca quedaron los animales. Pero sin embargo no estaban desatendidos, explica Marisa Zamoro, miembro de Encoan.

Unos vecinos de una parcela cercana se han preocupado de dejar comida y agua a los perros. Pero mientras uno de los animales presenta un buen estado, el podenco está muy delgado. «La tristeza por faltar el dueño ha podido motivar que no coma y evite acercarse a las personas».

Encoan se movilizó para intentar recuperar al animal. «Supimos que su dueño solía darle salchichas de frankfurt, así que se las ofrecimos y se acercó». Quizás el olor le recordaba al amo.

«Hemos comenzado a establecer una rutina ofreciéndole ese alimento para que gane confianza y ánimo», explican desde la asociación. Y lo están logrando.

Adopción
La imagen del animal ha motivado que ya haya una persona interesada en la adopción de los dos perros. El que ha despertado la movilización es un podenco de unos siete años. 

Marisa Zamoro explica que en el momento que se logre que el animal gane confianza estará atendido y podrá ser entregado en adopción con todas las garantías. 

En el solar queda la furgoneta e la que vivía el propietario de los animales. También hay una cubierta donde se refugian. Desde Encoan destacan la movilización ciudadana y la preocupación por los animales. «Parece que el podenco está más animado y ya come».

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