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Los terroristas llevaban bandanas al cuello, una prenda también presente en el ritual que se hizo en Riudecanyes y en el 11-S
El pormenorizado sumario indaga incluso en el simbolismo de la vestimenta que portaban los terroristas abatidos en Cambrils. La Unitat Central d’Análisi d’Estratègies d’Organitzacions de los Mossos constata, de inicio, «una falta de adecuación en la uniformidad de la indumentaria de los terroristas, pudiendo considerarse poco adecuada desde un punto de vista táctico». El informe diagnostica una «cierta improvisación en la preparación de los atraques», derivada posiblemente de la explosión accidental de la casa de Alcanar.
A los investigadores les llama poderosamente la atención la existencia de un elemento común en tres de los cinco participantes en el ataque de Cambrils: un pañuelo o bandana de color rojo anudado al cuello. Esa pieza se encontró también en el coche que conducían y que acabó volcando en el paseo.
El informe plantea la hipótesis de que el uso de esta prenda podría tener su origen en la figura de Abu Dujana, coetáneo del profeta Mahoma y conocido en la tradición islámica como el ‘guerrero del pañuelo rojo’, debido a que se cubría la cabeza con ese tipo de ropa para entrar en combate. Para los investigadores, ese empleo es un indicador de la predisposición de cometer un ataque terrorista suicida. Asimismo, el empleo de esos pañuelos revela «un conocimiento profundo de la doctrina yihadista» y refuerza la hipótesis de que tras el grupo había una estructura mayor «formada por elementos radicalizadores».
La inspiración de Abu Dujana
Los Mossos señalan a la figura de Abu Dujana como una fuente clave de inspiración para el terrorismo yihadista. Básicamente, constituye «un recurso muy atractivo para inspirar o guiar a jóvenes musulmanes en proceso de radicalización». La utilización de este icono en atentados tiene antecedentes. Según testigos de los atentados en París de noviembre de 2015, algunos terroristas llevaban un pañuelo rojo. La pista retrocede incluso hacia los ataques del 11-S. Según testimonios de familiares y amigos que recibieron llamadas de los pasajeros del vuelo 93 de United Airlines –estrellado en Pennsylvania–, los terroristas secuestradores llevaban pañuelos rojos en la cabeza.
La pista de esos símbolos también lleva a la casa abandonada de Riudecanyes, donde se celebró antes del atentado un «acto ceremonial de camino sin retorno», con rituales como quema de pasaportes y cartas de despedida. Allí también se detectaron restos de camisas de color rojo.
