El turismo nota la inquietud política en el puente del Pilar

El sector cree que la incertidumbre ha pasado factura, pero la caída de la actividad ha sido moderada

15 octubre 2017 10:25 | Actualizado a 20 octubre 2017 11:57
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El puente del Pilar se despide hoy tras varias jornadas marcadas por una actividad similar a la habitual. Ha habido movimiento. Pero menos que en años anteriores. Muchos hoteleros y comerciantes de los municipios turísticos de la Costa Daurada han visto históricamente estas fechas como el final de la temporada de verano. El complemento ideal para cerrar con cifras récord. 

El de este año ha sido un verano convulso que, pese a todo, ha aguantado el tipo y ha atraído a miles de visitantes. Pero en el puente que hoy acaba no ha ocurrido lo mismo. «Tanto comerciantes como hoteleros dicen que ha sido flojo. Que ha habido menos gente y que, en general, el puente ha ido bastante mal», comenta el presidente de la Unió de Botiguers de Cambrils, Enrique Arce. Una opinión con la que coinciden varios empresarios del sector que aseguran que es una sensación generalizada. «Hay mucho turismo nacional. Pero el tema político planea sobre nuestro día a día y está presente en la mayoría de conversaciones», señala la responsable de una cafetería del paseo Jaume I de Salou. Pero también le quita hierro al asunto. «Aquí trabajamos como siempre y en Catalunya, pese a las dudas sobre el futuro político, el ambiente es tranquilo. Somos gente pacífica», añade.

Hay quien relaciona esta percepción con la inquietud del mapa político catalán. Hace apenas dos semanas del referéndum del 1 de octubre y la represión policial que acechó numerosos colegios electorales. Y algunos creen que la incertidumbre puede haber afectado. «Vincularlo es complicado. Aunque sospecho que podría tener algo que ver», puntualiza Arce, quien añade que «quizás busquen pasar sus días de descanso en un destino con más estabilidad», ya sea social, política o económica.

En Salou, un matrimonio maño que ha venido estos días, como cada año, no se muestra preocupado. «Sí que la situación es difícil. No vemos solución a corto plazo. Y por supuesto no queremos que Catalunya se marche. No nos gusta nada cómo gestionan esta crisis, ni unos ni otros. Pero una cosa no tiene nada que ver con la otra. Nos gusta venir aquí y tenemos intención de seguir viniendo», señalaban Maripaz y Ramón apenas 24 horas antes de coger el coche y regresar a Zaragoza. «Hemos visto gente sacando dinero de algunos bancos. Pero están preocupados por la economía. La prevención no tiene por qué ser mala. Los líderes políticos lo ponen todo especialmente difícil», añaden.

¿Caídas del 50%?

La concejal de Turismo de Calafell, Maite González (PP), recuerda que la propia Generalitat cifró en un 50% la previsión de caídas de reservas. González considera que aunque quizás no se llegue a esa cifra, «sí que ha habido una rebaja de reservas que procedían de diferentes puntos del Estado». Y las cifra en un 20%, «pero que crecerá en función de cómo evolucione la situación».

González recuerda que el 70% de los visitantes de Calafell proceden del mercado nacional. Y principalmente de Aragón y de Madrid, que son los que a partir de ahora podrían optar por otros destinos, como Levante. De quienes no se ha percibido una caía de reservas es de los visitantes que proceden tanto de Euskadi como de Navarra.

Diferentes visiones

Ayer las calles de Calafell estaban tan llenas de vecinos y visitantes que se hace difícil creer en una anulación de reservas. El comercio es quien valora si los efectos de la tensión política se han notado. Y en este sentido las opiniones son para todos los gustos.

Mientras hay comercios de ropa deportiva que aseguran haber vendido como cualquier otro puente, otros de regalos y decoración señalan que «ha habido gente el sábado. El jueves y el viernes ha habido mucha menos gente que en años anteriores. Se ha notado, y también en el humor de la gente».

Entre los hoteleros se cree que, de no cambiar la situación, las caídas de visitantes del resto del Estado se incrementarán. Y coinciden en su preocupación porque los turistas habituales acaben optando por otras comunidades del Estado. En todo caso señalan que hay preocupación para ver cómo se desarrollará la próxima temporada.

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