El viacrucis de una pareja para echar a los ocupas de su piso de Cambrils

La exfamilia política de él lleva ocho años viviendo gratis en el apartamento que pertenece a sus padres de 84 años

25 abril 2020 10:10 | Actualizado a 27 abril 2020 10:01
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El pasado 10 de diciembre los padres de D.D. tenían que recuperar su piso de Horta de Santa Maria en Cambrils que lleva ocupado ocho años. Ese era el día en el que debía acabar el viacrucis por el que ha pasado la familia, pero la negativa de los ocupas, que son exfamilia política de él, hizo que el cambrilense tuviera que recurrir la sentencia para conseguir echar a los inquilinos. Con este paso se aseguraban que el juzgado dictara una fecha de salida definitiva, pero este proceso ha quedado paralizado por la emergencia sanitaria.

«Ese día fuimos con los Mossos d’Esquadra a buscar las llaves pero no quisieron abrir la puerta. Los Mossos nos aconsejaron recurrir para echarlos de una vez por todas, pero el inicio de la cuarentena lo ha parado. Legalmente lo hemos hecho todo, siempre queriendo hacerlo bien, pero llevamos muchos años con esta situación. Estamos desesperados porque los juzgados no trabajan y no sabemos nada», explica al Diari R.L, la pareja de D.D.

La cambrilense defiende que sus suegros, que tienen 84 años, se han «ganado con su esfuerzo» este piso que ahora está ocupado por cuatro personas, que ellos sepan. «Quieren volver a vivir allí porque es su casa. Me preocupa porque están disgustados y preocupados», asegura.

El matrimonio, que estas semanas de confinamiento reside en casa de su hijo, alquiló este apartamento de manera simbólica a sus consuegros. Ninguno de los dos tenía trabajo, por lo que los propietarios decidieron cobrarles 50 euros mensuales. No obstante los problemas empezaron a surgir a raíz de la separación de D.D. y la hija de los ocupas, con quien tiene una hija que en la actualidad tiene diez años.

«Han estado viviendo gratis. Nos llegaban recibos de luz de 400 euros en un apartamento que tiene 50 metros cuadrados. Hemos ido a hablar con ellos para pedirles que se fueran pero siempre nos formaban un escándalo y nos amenazaban. A mi cuñado, que tiene el garaje allí, lo insultan. Toda esta situación nos da miedo», confiesa R.L, que añade que el matrimonio consiguió empadronarse sin el permiso de los propietarios para poder cobrar diferentes ayudas.

«No han pagado nada y ahora no sabemos cómo nos vamos a encontrar el piso cuando se vayan», asegura.

Viven con cámaras

Los problemas de ocupación se mezclaron con una turbulenta historia de unos presuntos episodios de malos tratos por parte de D.D. Su exmujer se inventó que le pegaba pero la realidad, y como ha podido comprobar este medio a través de los autos judiciales, era que la niña sufría esta violencia por parte de su madre. «Con ocho años la abandonó en la calle con una maleta. También me llamaron varias veces desde la escuela para avisarme de que no la había ido a buscar», apunta él.

La situación se llegó a torcer de tal manera que la pareja tuvo que instalar cámaras en su casa por miedo a las acciones de su exmujer. «Me ha intentado atropellar y también se ha presentado aquí y me ha rayado el coche», asegura D.D, que relata otros episodios duros.

Tras varios juicios consiguió la custodia de su hija. «Ella ahora está bien pero ha estado dos años viviendo una pesadilla en ese piso», afirma la pareja.

Comentarios
Multimedia Diari