Diversos empresarios de Calafell con terrazas en primera línea de mar recogen firmas para pedir al Ayuntamiento que la posibilidad de colocar una tarima sobre la playa esté abierta a todos los locales. El Consistorio anunció que como prueba el próximo verano dos locales podrían colocar una tarima en la arena como forma de ampliar su terraza.
Esa restricción indigna a empresarios que también estarían interesados pero no se les ofreció la posibilidad y preguntan en base a qué criterios se ha seleccionado a los dos locales. Empresarios que también querrían una terraza consideran que «por mucha prueba que sea el Ayuntamiento ha discriminado al resto y favorecido a sólo dos».
El alcalde Ramon Ferré explica que el proyecto de colocar terrazas en la playa estaba previsto para 2017 pero que dos locales lo habían solicitado de palabra y uno con un proyecto. Ferré señala que en diciembre el Ayuntamiento debía tener el Plan de Usos de las playas presentado al Ministerio de Costas y que se aprovechó para probar la iniciativa.
El proyecto es bien visto por los empresarios ya que consideran que ayudaría a incrementar su caja e incluso a contratar más personal, pero consideran que se va hacer de forma improvisada y sobre todo apuntan que debería haberse ofrecido la posibilidad a todos.
Ramon Ferré señala que la prueba servirá para probar las ventajas e inconvenientes de cara a extender la medida a todos los locales del paseo marítimo interesados en una terraza sobra la arena el próximo año. «Podrán verse las ventajas e inconvenientes.
La restricción también ha generado criticas políticas. La CUP considera que «de haberlo sabido más locales lo habrían solicitado y que «si por alguna razón sólo debían ser dos para una prueba debía haberse abierto un concurso». También CiU preguntó si se había hecho un proceso de selección para escoger a los que podrán colocar una terraza en la playa.