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El juzgado de instrucción número 6 de El Vendrell ha citado a declarar en calidad de investigado al concejal de Gobernación del Ayuntamiento de Torredembarra, José García (PSC), por un presunto delito de descubrimiento, revelación de secretos y falsedad documental. García recibió la notificación el miércoles a las 16.30 horas y «entonces no sabía el por qué», explica. «Me puse en contacto con el abogado del Ayuntamiento y por la mañana ya pidió copia del expediente al juzgado para conocer la base de la acusación».
El origen del caso se sitúa años atrás, en una disputa legal entre el propietario del bar musical Nose, Silvestre Morros, y García y el concejal de ERC, Josep Maria Guasch. Según García, el verano pasado Morros «me acusó de utilizar la policía para arruinar su negocio». El caso llegó hasta la Audiencia Provincial de Tarragona, que, «después de estudiar toda la documentación presentada por el Ayuntamiento para mi defensa», dictó sentencia favorable al concejal. «Ahora me acusa a mí de presentar una documentación que dice que es privada y de ahí la investigación por revelación de secretos, cuando lo que se entregó fue un expediente que tenía el consistorio», asegura García.
En cuanto a la acusación por falsedad documental, el concejal también la niega e insiste en que «el Ayuntamiento aportó lo que creyó que debía aportar para garantizar mi defensa. No hay ni manipulación ni falsedad».
La ordenanza municipal fija las 2 de la madrugada -a estirar hasta las 2.30 horas para dar tiempo a recoger- como la hora máxima para el cierre de los locales nocturnos. Según García, la discoteca Nose incumplió la normativa y cerró en varias ocasiones a las 6, lo que «se consideró una falta muy grave que conllevó una multa de 30.000 euros». Silvestre Morros lo recibió como una persecución de la Policía Local.
Por otra parte, García explicó al Diari que «dos comunidades de vecinos denunciaron al propietario del Nose por incumplimiento horario». «Yo mismo tengo que ir a declarar como testigo el próximo día 29 por esto», asegura. Por todo ello, García está convencido de que «lo que ha hecho ahora contra mí es una forma de asustarme».
