«Hacemos proyectos para buscar el bien común»

Con más de un siglo de historia, presencia en -casi- todos los rincones del mundo y más de un millón de socios, Rotary International es una de las asociaciones sin ánimo de lucro más grandes del planeta. Fundado en 1905 en la ciudad de Chicago, el Club Rotary nació con la intención de mejorar la vida de las personas de manera desinteresada y desde la aportación privada. Los socios son profesionales de diferentes sectores que aportan perspectivas diversas y plantean y llevan a cabo proyectos para ayudar a las personas. El club se considera apolítico y arreligioso, sin ninguna ideología tras su actividad.

La actividad de Rotary consiste en el desarrollo de proyectos que respondan a siete pilares de actuación: fomento de la paz, alfabetización, prevención y tratamiento de enfermedades, suministro de agua y saneamiento, salud materno infantil, desarrollo económico de la comunidad y protección del medioambiente.

Como organización internacional, Rotary tiene miles de clubs distribuidos por el mundo. Así, todos los miembros pueden acudir a cualquier club del mundo si así lo desean. Por otra parte, la Fundación Rotaria realiza diversos proyectos a nivel mundial. Uno de los principales es su lucha por la erradicación de la polio, algo que le ha valido el reconocimiento de Naciones Unidas como principal colaborador privado en la lucha contra esa enfermedad.

El club de Cambrils

Rotary llegó a España hace un siglo, en 1921, año en el que nació el Rotary Club de Barcelona. Los clubs de todo el mundo se dividen en distritos según su ubicación geográfica. La Península Ibérica se divide en tres distritos, y es en el 2202 -que abarca el norte y el este del Estado- donde se encuentran los clubs de la demarcación de Tarragona. Entre ellos se encuentra el club de Cambrils, que se reúne cada dos jueves en el Restaurant Miramar.

Para financiar sus proyectos, los socios aportan una cuota, si bien pueden recibir aportaciones de cualquier persona que las haga. Tal y como explicó al Diari Carles Rovira, presidente del club de Cambrils, el presupuesto anual es de, aproximadamente, 20000 euros. Dado que los proyectos salen adelante gracias al trabajo voluntario, Rovira estima que, de las aportaciones recibidas, tan solo un 2% se destina a cubrir gastos, lo que permite que el 98% restante se pueda emplear en ayudar.

Los proyectos actuales del club cambrilense a nivel global son dos. Por un lado, están adheridos a un proyecto impulsado por el club de Bilbao que consiste en la instalación de tanques de agua y fuentes públicas en la ciudad de Bandel, en la India. Otro proyecto es el que realizan a través del programa Awasuka, que desde ayuda a los damnificados por el gran terremoto que sacudió Nepal en 2015. Rotary Cambrils, junto con la ONG El Camí de la Solidaritat, trabaja para que se instalen cocinas con salidas de humos en las viviendas, algo que, según Rovira, «causa muchas muertes en las zonas rurales del país, ya que muchas casas se construyeron sin salidas de humos».

A nivel más local destaca la colaboración realizada para paliar los efectos de la pandemia de Covid-19. Rotary Cambrils realizó donaciones de material sanitario para el Hospital Lleuger de Cambrils, el Sant Joan (Reus), y Santa Tecla (Tarragona). Más adelante también hicieron una donación al Banc d’Aliments del municipio.

De cara al futuro, el club busca colaborar con el consistorio para llevar a cabo un proyecto consistente en la plantación de árboles en la localidad, así como participar en la creación de una universidad en El Salvador destinada a formar a las personas que migran en dirección a Norteamérica.

Rivera también apuntó, como cambio que desearía ver en los próximos años, la elevada edad media de los socios, que ronda los 60 años: «estaría bien contar con socios más jóvenes, que nos aporten continuidad y también una visión de la sociedad más adaptada a los tiempos actuales».