El ejemplar de atún gigante que apareció el jueves a media mañana en una cala de Cambrils, justo en la frontera con el término municipal de Mont-roig, ya está incinerado y sus cenizas depositadas en una fosa común de Riudoms.
El Ayuntamiento de Cambrils llamó a la concesionaria de recogida de basura y limpieza, Secomsa, para que recogiera el ejemplar de atún y lo llevara a la Última Llar, donde se incineró en el horno crematorio que tienen.
Fuentes de la Última Llar explican que es la primera vez que incineran un atún gigante y que es habitual, aunque esporádico, la inicineración de delfines, tiburones peqeuños o incluso tortugas. Las mismas fuentes explican que cuando llega el ejemplar ya ha cumplido todos los trámites necesarios (incluso la necropsia si es necesario).
El ejemplar hallado en Cambrils pesaba 267 kilos y su estado era bueno. De hecho la carne era compacta, lo que acredita que murió en la orilla y no era un atún que fue arrastrado por las corrientes después de morir en alta mar.
La Última Llar tiene licencia para depositar las cenizas de su horno crematorio en una fosa homologada y certificada. Desde ayer por la tarde, el ejemplar que había llegado a la playa de Cambrils está, en cenizas, en esta fosa del cementerio de animales en el término de Riudoms.