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La Policía Local de L’Arboç incrementará los controles para evitar los botellones en la vía pública. La pasada semana la policía de la localidad identificó a varias personas que realizaban esta práctica que los vecinos denuncian que se produce con reiteración.
A finales de la pasada semana la policía volvió a recibir un nuevo aviso por parte de vecinos de que se celebraba un botellón en la calle. Al llegar los agentes encontraron a un grupo de personas bebiendo. Por ello se levantó un acta y se identificó a los participantes.
El Procicat, el comité que gestionar la respuesta a la pandemia en la Generalitat, prohibió la celebración de botellones en toda Catalunya por el riesgo de contagio que supone esa práctica. La vigilancia debe ir a cargo de los ayuntamientos. La sanción puede llegar a ser de entre 3.000 y 15.000 euros.
Insolidaridad
A pesar de que muchos municipios prohiben en sus ordenanzas la celebración de botellones la Generalitat ha hecho una norma de rango superior para mayor cobertura. La mayoría de nuevos contagios es entre los jóvenes y se ha detectado que buena parte tienen su origen en botellones. «Hoy un botellón no es una fiesta, es un acto de insolidaridad», advierten. «Una situación demasiado crítica para no darle importancia».
El Ayuntamiento de L’Arboç, tras la identificación de diferentes personas en el botellón, avisa que incrementará los controles.
