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Hace un año, Pere Estadella y Jordi Barberà se unían con la voluntad de ampliar la oferta cultural de Cambrils con una programación itinerante y alternativa. Así nació La Bohèmia de Cambrils, que hoy en día cuenta con una veintena de mecenas que hacen posible las iniciativas culturales para diferentes públicos. Y es que la Bohèmia no se sustenta de ningún tipo de subvención pública del consistorio. Desde el momento de su fundación, la independencia de su programación ha sido uno de los pilares de este proyecto. Después de un año de duro trabajo, la Bohèmia despide cuatro temporadas de actividades variadas para todos los públicos y gustos. Las catas de vino se han mezclado con las conferencias, talleres de escritura terapéutica, conciertos, espectáculos teatrales y tertulias de todo tipo de temas.
Para celebrar esta fecha señalada, ayer el Parc del Pescador fue el lugar de reunión para patrocinadores de la Bohèmia, vecinos y turistas. En una jornada que empezó a las doce del mediodía y terminó a las diez de la noche, los presentes pudieron disfrutar de todo tipo de espectáculos y servicios. Situados en el centro del Parc del Pescador, músicos y artistas amenizaron el domingo.
Pere Estadella, uno de los promotores de esta iniciativa, fue el encargado de estrenar la fiesta con un espectáculo titulado ‘Sensacions sonores.Un viatge per despertar els sentits’. La mañana tuvo una actividad cultural completa, aunque no tanto como la tarde. Después de Estadella, los más pequeños pudieron disfrutar de un cuento explicado por la bibliotecaria municipal Rosana Andreu y finalmente el grupo de l’Aula de Teatre del Casal de la Gent Gran de Cambrils interpretó ‘Accions esbojarrades’ acompañados por la banda musical de Victims of Porn. La tarde dio paso a la música. Desde las seis de la tarde hasta las diez de la noche la música no cesó gracias a Els Disos de Milhasid y la Rumba a la Fresca a cargo del grupo Ai Marai al completo.
Además de espectáculos, el primer aniversario sirvió para que los mecenas se pudieran promocionar con sus productos y servicios. Así pues, durante el día se sirvieron mojitos, gintonics, baggels y minihamburguesas, entre otros productos.
En general, se trató de una celebración que sirvió a los organizadores y mecenas para coger fuerzas para este segundo año que comienza, que se prevé con más actividades y más repercusión, aunque sin perder la vitalidad y la energía y calidad que ha caracterizado a la Bohèmia de Cambrils.
