Untar tomate en el pan. O beber un vaso son costumbres relativamente recientes. A mediados del siglo XVIII hubiese sido inaudito.
Como los pantalones tejanos y algunos de los tejidos que la comodidad, las tendencias y la economía han impuesto y que hoy parece tan normal.
El catedrático de historia de la Universitat de Barcelona, Joan Santacana, afincado en Calafell y Nayra Llonch, han recogido en el libro Entre fongons i baguls, la historia del comer y vestir en la Catalunya del siglo XVIII, cómo se hizo el cambio.
El trabajo narra aquellas ciudades donde la higiene y la manera de comer era muy diferente, casi impensable hoy en día. Olores y sabores que impregnaban la sociedad. Y sin embargo «el buen gusto» comenzó a gestarse en ese conocido como Siglo Ilustrado.
Entre fongons i baguls, la historia del comer y vestir en la Catalunya del siglo XVIII, narra como se gestó el recorrido hacia el gusto en el vestir y el comer.