La hora de la compensación de la térmica

Cunit y Cubelles piden a la eléctrica que salve la chimenea por formar parte del patrimonio y del paisaje de la zona

19 mayo 2017 20:39 | Actualizado a 22 mayo 2017 07:49
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El vaciado por parte de Endesa de las piezas de valor histórico y patrimonial de la térmica del Foix, en Cubelles y en el límite con Cunit, lleva a los dos municipios a reclamar que la central no sea sólo un mal recuerdo y que una vez cerrada pueda aportar beneficios al territorio.

Un elemento que se pide salvar es su chimenea como símbolo de la costa del Baix Penedès. La torre es un punto de orientación para marineros y pescadores que incluso aparece en las cartas náuticas.

Los ayuntamientos de Cubelles y Cunit plantean conservar la torre de 175 metros para que pueda llegar a ser un mirador. Sin embargo su hormigón tiene grietas y deficiencias que deberían repararse para garantizar la estabilidad y seguridad.

 

Bien Cultural

Esas deficiencias dificultan su continuidad porque la reparación debería ir a cargo de unos propietarios que una vez clausurada la central ya no obtendrán una rentabilidad de la estructura. Una posibilidad de salvación es que Cubelles catalogue la chimenea como Bien Cultural de Interés Local como hizo el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs con las tres torres de su térmica.

El arquitecto Jordi Rogent, que fue jefe de patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona y que es miembro de la Associació d’Arquitectes Interessats pel Patrimoni, explica que el patrimonio industrial «es el más olvidado a pesar de tener un gran valor».

Rogent destaca que la chimenea de Cubelles «además de formar parte del paisaje, también es un símbolo de la sociedad que creció en su entorno y determinó una forma de vida y debería preservarse».

Para catalogar la chimenea considera que «hay razones objetivas» y, que de hacerse, es el propietario quien debe conservarla. Sin embargo señala que para esa acción sea efectiva debe hacerse de acuerdo entre las partes y una de las contraprestaciones que puede hacer un ayuntamiento es bonificar impuestos.

No hay proyectos

Endesa explica que no se ha planteado ningún destino ni para la planta ni para la chimenea. Lo único claro es que el Ministerio de Industria ha aceptado la clausura y que la empresa mantiene la propiedad de los terrenos.

La propietaria de la fábrica tiene cuatro años para desmantelar la planta, lo que debe hacerse con un Plan de Vigilancia Ambiental. Tampoco está previsto remplazarla por otra de ciclo combinado, con menor impacto de emisiones, como se llegó a plantear.

El concejal de Cunit Jaume Casañas recuerda que durante 36 años Cubelles y especialmente la localidad de Baix Penedès han sufrido los humos de la térmica. «Ahora tocaría que una vez cerrada ayudase a potenciar una actividad de promoción e incluso turística».

 

Impuesta por Franco

La fábrica, que fue una imposición del régimen de Franco y que comenzó a construirse en 1975 a pesar de que en 1977 el Tribunal Contencioso de Barcelona dictó que las obras eran ilegales, condicionó cualquier futuro turístico que quedó a la sombra de la chimenea y de sus humos.

Una de las ideas que también empieza a plantearse en la zona es que las instalaciones de la térmica de Cubelles pudiesen convertirse en un museo sobre la energía donde mostrar todo el patrimonio que la Fundación Endesa ha rescatado de sus diferentes centros.

La Fundación ha salvado sólo de la fábrica de Cubelles hasta 907 objetos y documentos entre los que hay un quemador mixto de fuel y gas que fue construido íntegramente por las antiguas compañías Tèrmica del Besòs y Enher. También ha recuperado aparatos de medición y control, herramientas, piezas de laboratorio, del servicio médico, además de fotografías y vídeos de los años de construcción entre otros documentos.

De cristalizar una intención formal para que la central del Foix fuese un gran museo sobre la energía, la planta de Cubelles competiría con la petición que ha hecho en el mismo sentido el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs para sus instalaciones. Toda la documentación y elementos históricos sobre la energía los guarda ahora la compañía en unos almacenes de la Zona Franca de Barcelona mientras decide tirar adelante el proyecto de gran museo sobre la energía.

De momento la planta de Cubelles permanece como un símbolo y muchos se resisten a que su demolición deje un solar. Reclaman que más de tres décadas después es hora de que compense la afectación causada. A pesar de estar en Cubelles, el Ayuntamiento de Cunit reclama su derecho a opinar sobre el futuro de la planta porque durante décadas también la ha sufrido.

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