Las playas de Salou pierden 30 centímetros anuales

El Ayuntamiento apuesta por medidas naturales para frenar la regresión del litoral 

25 diciembre 2019 18:53 | Actualizado a 02 enero 2020 12:07
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El Ayuntamiento de Salou quiere poner en marcha un plan de protección de las playas del municipio con el fin de evitar su regresión. Según el estudio realizado por la Universitat Politècnica de Catalunya-BarcelonaTec (UPC), las playas salouenses pierden una media de 30 centímetros de arena anuales a consecuencia del cambio climático. 

En base a estos primeros resultados científicos, el consistorio quiere sentar unas bases de actuación para garantizar el presente y el futuro de su litoral. En este sentido, el alcalde de Salou y presidente del Patronat de Turisme, Pere Granados, señala que «quieren encontrar soluciones naturales, que no contemplen la creación de diques, sino que las facilite la propia naturaleza y podamos paliar o minimizar así, la posible regresión». Además el edil añade que su voluntad es actuar de forma «respetuosa» con el medio ambiente marino y la naturaleza, ya que es lo que garantiza un trato «sostenible y responsable del problema». 

La reposición de arena que se realiza año tras año en las zonas de baño no suponen una solución estable a la problemática y suponen una inversión económica difícil de mantener. Algunas de las medidas que se contemplan ahora tras el estudio son el dragado y la plantación de vegetación con el fin de que ayuden a contener la propia arena. 

Llenguadets y Llarga

Según el estudio, no todas las playas y calas del litoral salouense presentan el mismo comportamiento, y por lo tanto, no se encuentran afectadas en la misma proporción. Dos de las más afectadas son la cala Llenguadets y la playa Llarga, donde la pérdida de arena es superior a los 30 centímetros. 

Cabe recordar que la regresión de estas dos playas obligó al Ayuntamiento a retirar este verano parte de los parasoles y tumbonas por falta de espacio. Fue una medida acorde con la Llei de Costes, que establece que las ocupaciones en la playa no pueden exceder del 50% del espacio total. A diferencia del año pasado, este verano el propietario del chiringuito de cala Llenguadets sí que pudo instalar su establecimiento pero siempre pendiente del tiempo o de si subía la marea. 

Los temporales que más afectan a Salou son los de Llevant y Garbí, aunque sus playas están protegidas por Cap Salou. Los expertos recomiendan realizar dos revisiones anuales de la medida de las playas, una después del verano, en septiembre, y la otra al inicio de la temporada turística, en abril. De este modo se puede comprobar las fluctuaciones del espacio. 

Patrimonio natural 

Según el alcalde Pere Granados «las playas son nuestro principal patrimonio y estamos muy concienciados de que tenemos que trabajar para asegurar su conservación, tanto por nuestro presente, como para que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de él». 

Los expertos señalan que la costa catalana es muy difícil de recuperar y las playas quedan dañadas por los temporales de invierno, pero en los diferentes años tienen oscilaciones y, puntualmente, recuperan su estado original.

Según el estudio, a parte de su función recreativa, las playas también protegen y evitan que el agua del mar llegue la zona residencial del municipio. Cuando el ancho de la playa es inferior o igual a la superficie erosionable, la propia playa deviene un riesgo y podría desaparecer. 

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