Los empresarios piden más civismo en la calle Carles Buïgas de Salou

La reciente pelea con navaja en la zona de ocio abre de nuevo el debate sobre la seguridad y el exceso de alcohol

31 agosto 2018 08:52 | Actualizado a 31 agosto 2018 09:06
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La pelea con navaja que se produjo la madrugada de este pasado martes en la calle Carles Buïgas de Salou ha vuelto a abrir el debate sobre la falta de seguridad y el incivismo en esta zona de ocio.

En plena temporada turística es habitual ver a decenas de jóvenes que pasean por este tramo muy afectados por el consumo excesivo de alcohol, una imagen que no gusta ni a vecinos ni a empresarios de la localidad.

Desde la Asociación Empresarial de la Zona Turística de Salou  (ASETS) culpan a los bares y discotecas por proporcionar alcohol a aquellas personas que ya están borrachas.

«Los locales no tienen cuidado porque siguen vendiendo copas a los clientes que no lo necesitan porque ya han bebido mucho y luego ocurren cosas como las de esta semana», asegura Elaine McParland, presidenta de la entidad, en referencia a la disputa en la que resultaron heridos tres jóvenes españoles, uno de ellos de gravedad, por parte de un francés de 19 años de edad. 

La empresaria cree que la zona mejoraría mucho si se regulara el consumo de alcohol, evitando así las escenas de gente desfasada cuando sale de la discoteca y grita por la calle sin dejar dormir a los vecinos.

«Cuando salen de los locales hay más peligro, este es el problema de siempre. Hay una falta de civismo», afirma

McParland confía que con esta medida se mejoraría notablemente la imagen de una calle que ahora cuenta con más vigilancia policial. «En general la opinión es que la presencia de Policía Local y Mossos de Esquadra ha mejorado bastante en los últimos años.

Los empresarios y turistas se sienten más seguros porque es frecuente ver a algún agente por este tramo», explica la presidenta. 

El nuevo Magaluf

Sin embargo los vecinos de las calles cercanas a Carles Buïgas no comparten esta opinión de los empresarios y aseguran que hay una falta «absoluta» de seguridad. Roberto Suñé, presidente de la comunidad de vecinos del bloque Atalaya Mar, ubicado en la calle Vendrell, lamenta que no se refuerce el control policial en estos meses de verano en los que crece la población.

«La policía no siempre está en esta calle y cuando los llamas tardan en venir. Hay 70 agentes a tres turnos y se tendría que ampliar la plantilla porque Salou tiene dinero para hacerlo», manifiesta.

El vecino añade que lo «único» que interesa al alcalde, Pere Granados, es recaudar dinero con las multas de aparcamiento. «Las multas son el souvenir de Salou, no hace falta comprar ningún llavero porque ya te llevas este recuerdo», apunta. 

En lo que sí está de acuerdo con los empresarios es con el desfase en las discotecas. «Hay dos interesados en convertir Salou en el nuevo Magaluf.

Lo que está pasando es una vergüenza porque alquilan apartamentos solo para el fin de semana para favorecer este tipo de turismo de borrachera.

Esto «acabará como el Rosario de la Aurora», terminará mal», señala el presidente de la comunidad de vecinos.
Suñé también lamenta el estado de dejadez de las calles y la falta de servicios. «Reclamamos mejoras ya. Es lamentable cómo está Salou.

El señor Alcalde no sé cómo es capaz de volverse a presentar a las elecciones con lo sucio que está todo», afirma visiblemente molesto. 
Responsabilidad de Mossos

Desde el consistorio salouense recuerdan que la seguridad ciudadana es responsabilidad de los Mossos de Esquadra. Durante las horas de «más movimiento» en esta calle se instala de manera permanente un vehículo de los antidisturbios de la Brigada Móvil (BRIMO) y también se refuerza la zona con la presencia de más agentes del cuerpo policial, así como de la Policía Local cuando se necesitan refuerzos. 

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