Multa de 12.000 euros al amo de un perro de raza peligrosa

El Ayuntamiento ha notificado esta semana la sanción amparada por la Llei de protecció dels animals. El animal de raza terrier iba sin bozal ni correa cuando atacó a otra mascota el día 3 

16 diciembre 2020 17:30 | Actualizado a 19 diciembre 2020 06:54
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Un perro potencialmente peligroso, de raza terrier, atacó y lesionó a otro can el pasado día 3 en la avenida Ramon d’Olzina. El animal de compañía iba por esta calle de Vila-seca sin correa ni bozal y a cierta distancia de su propietario. Al detectar a otra mascota, arrancó a correr, se abalanzó y la mordió, provocándole lesiones importantes que requirieron atención veterinaria.

El titular del perro herido llamó a la Policía Local tras lograr separar a los dos canes. Desde la comisaría se activó a un agente de proximidad y llegó al lugar de la incidencia pocos minutos después. Allí, el policía local acreditó que el perro de raza peligrosa circulaba suelto y sin bozal y que la otra mascota presentaba heridas importantes a consecuencia de los mordiscos.

El perro de raza peligrosa de unos seis años de edad está en el registro general de animales de compañía del Ayuntamiento de Vila-seca y también dispone de un seguro de responsabilidad civil para incidencias, señalan fuentes municipales. Sin embargo, el documento más importante para  esta tipología de perros es la licencia para la tenencia y conducción de animales potencialmente peligrosos. Y el perro en cuestión no la tiene.

Las mismas fuentes han explicado que el propietario del perro carece de este documento y no puede solicitarlo por motivos legales, por tanto puede tener su mascota dentro de su finca particular, pero no puede salir a la calle con el perro ante la imposibilidad de acreditar este permisio obligatorio. Esta sería la primera infracción detectada.

Expediente sancionador

El agente recopiló los datos del  ataque de un perro a otro y tramitó la denuncia correspondiente, que en los días posteriores a la agresión canina se terminó de completar antes de poder incoar el expediente sancionador que esta semana se ha notificado al infractor.

El argumento jurídico en el que se basa el Ayuntamiento de Vila-seca está amparado por la Llei de de protecció dels animals de la Generalitat de Catalunya. Utiliza esta normativa de rango superior a la ordenanza municipal porque el hecho más grave de las irregularidades detectadas es la agresión del perro de raza potencialmente peligrosa a otro.

El pasado día 12 el concejal de Serveis Generals, Seguretat i Civisme propuso incoar el expediente por presunta infracción administrativa. 

«La ley autonómica tiene una sanción máxima para estos casos de 53.000 euros, aunque la propuesta de Vila-seca ha cogido la sanción mínima, que es de 12.000 euros», explican fuentes conocedoras del caso.

Ahora,  tras notificar la sanción al propietario (mediante un decreto de Alcaldía) hay un tiempo  para presentar alegaciones (podría alargarse un par de meses). Durante este periodo, el perro podrá seguir en posesión del vecino, pero sin pisar la calle. 

Una vez resueltas las alegaciones y si no hay ninguna alteración a la propuesta de expediente sancionador, éste se resolverá en un plenario municipal, donde se someterá a aprobación el proceso y se aplicará la multa por el ataque del pasado día 3.

La campaña: 168 altas y 2.848 perros censados en Vila-seca

En octubre, Vila-seca activaba una campaña de concienciación para los propietarios de mascotas en la ciudad. La iniciativa es la quinta que se hace desde 1998, año en que se aprobó la ordenanza municipal de tenencia de animales.

Durante cuatro largas semanas, y recorriendo todos los núcleos de población, los técnicos y los agentes sociales que llevaron a cabo la campaña informaron y recordaron la obligatoriedad de censar a la mascota y los otros requisitos para cuando paseen al perro por la calle: bozal, correa, chip identificativo...

En esta campaña 20202 ha habido 920 entrevistas con los propietarios, que los agentes cívicos se han ido encontrando por la calle y que se les ha recordado la normativa municipal además de regalar un kit con una botella para limpiar orines y un paquete de bolsas para recoger excrementos.

La campaña ha demostrado su efectividad, puesto que ha habido 168 altas en el padrón de mascotas y ha dejado la cifra en la ciudad con 2.848 perros. Además de la concienciación que se pretende, se ha realizado un estudio interno para diagnosticar qué se hace bien y qué debe mejorarse.

Las conclusiones del estudio de la campaña señalan que el 91% de los usuarios recoge los excrementos del perro y que el 68% lo lleva atado habitualmente. En el lado opuesto de la balanza, está en que solo el 35% de los usuarios limpia los orines de sus mascotas con agua. La campaña ha terminado hace pocas semanas y se ha entregado a propietarios y mascotas unas tarjetas identificativas. 

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