La Direcció de Pesca de la Generalitat ha rechazado las alegaciones que presentó la cofradía de pescadores de Calafell a la decisión de que tres barcas de la localidad pasasen al pósito de Vilanova.
La cofradía de pescadores de Calafell se opone a esa decisión y ahora prepara un recurso de alzada. En Calafell no quieren perder a tres de sus barcas de mayor tamaño.
Estas embarcaciones de hecho ya amarran en Vilanova porque en el puerto de Segur de Calafell no hay espacio suficiente. Pero administrativamente pertenecen a Calafell. La Generalitat quiere agrupar en puertos mayores a las barcas.
Sentencia
El patrón de mayor de la cofradía de pescadores de Calafell, Joan Solé, rechaza pasar administrativamente a Vilanova ya que sería una sentencia para la cofradía de Calafell. El Ayuntamiento y el Consell Comarcal del Baix Penedès también rechazan ese cambio.
Solé teme que la decisión ya esté tomada. Explica que sólo unos días después que se les anunciase el cambio de base ya estaba aprobada la tramitación, cuando normalmente para esa medida se tarda de seis a nueve meses. También en pocos días las barcas ya tenían la licencia de pesca en Vilanova.
Sentimiento
Solé dice que Calafell debe mantener su cofradía. Por tradición y por sentimiento. En el puerto de Segur sólo quedan media docena de pequeñas barcas y la pérdida de las tres de mayor tamaño, pese a no estar amarradas en Segur, debilita a la institución.
Ahora se espera la resolución al recurso de alzada, pero parece difícil ya que es una medida que ha previsto para concentrar en cofradías de mayor tamaño a barcas de puertos más pequeños.
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Calafell tuvo una de las flotas pesqueras más potentes del Mediterráneo. Era una playa "con mucha madera", como la definía el poeta Carlos Barral, en referencia a la gran cantidad de barcas que había en la playa.