Vecinos de Calafell reclaman mayor protección del espacio dunar artificial que se creó en el pasado mandato junto al puerto de Segur. En la zona se plantaron especies propias del ecosistema playa y se habilitó una laguna además de montículos de tierra a modo de duna con el objetivo de que pudiesen crecer de manera natural.
Ese intento de naturalización hizo que algunas especies de aves se asentasen en la zona, pero los vecinos señalan la necesidad de mayor protección. Explican que es fácil ver ratas y también que hay personas que acceden a espacios que deberían estar acordonados, para hacer botellón.
Esa situación lleva a una degradación de lo que debería ser un espacio de recuperación ambiental. El fácil acceso a todo el espacio provoca una presión que va contra la tranquilidad que exigen los espacios costeros a recuperar. A través de las redes sociales una vecina señala que la costumbre de dar de comer a las aves que se han asentado alimenta también a las ratas.
En su respuesta el alcalde señala que las dunas «están mal hechas y poco se puede mejorar». Señala que se repondrán las cuerdas para evitar el paso a algunas zonas de todo el área con el objetivo de favorecer la recuperación ambiental.
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