Piden que esté 25 años internado en un psiquiátrico por matar a su exsuegro en Miami Platja

Un hombre de 45 años se enfrenta a estar 25 años internado en un centro psiquiátrico penitenciario y, cuando salga, diez años más en libertad vigilada por haber matado presuntamente a su exsuegro en Miami Platja el año pasado. Así se recoge en el escrito de acusación de la Fiscalía. Se trata de la misma medida que se le pide por haber disparado contra dos policías locales de Gavà –uno de los cuales murió– días más tarde y asesinado anteriormente –el 29 de junio– a un hombre en Vilanova i la Geltrú. 

El acusado es un hombre con antecedentes penales pero de índole diferente. Había mantenido una relación sentimental con una mujer desde 2005 a 2011, con la cual convivió durante cuatro años. Desde la finalización de dicha relación no volvieron a tener contacto. 

El acusado, durante el periodo de convivencia, había acudido en diversas ocasiones junto con su pareja a una vivienda de la calle València de Miami Platja, propiedad del padre de ella, casa que era utilizada en periodo estival. 

El 2 de julio del año pasado, el procesado se dirigió a la vivienda, según asegura el fiscal en su escrito de acusación. Sobre las tres de la tarde accedió al interior. En la cocina disparó al dueño de la vivienda con el rifle que llevaba, a menos de 80 centímetros de distancia, «de forma repentina y sorpresiva sin que la víctima, que se encontraba de rodillas, pudiera hacer nada para defenderse». Seguidamente, el agresor huyó.
El proyectil entró en el tórax de la víctima, le afectó un riñón y se alojó a la altura de la primera vértebra lumbar. El hombre murió en el acto por shock hipovolémico. 

La víctima estaba arrodillada y le disparó a menos de 80 centímetros de distancia

Cuatro días después, a las cuatro de la tarde, el encausado acudió al tanatorio de Gavà pensando que se celebraba el funeral de la víctima, pero éste ya había tenido lugar a las doce del  mediodía. El personal lo reconoció y alertó a la Policía Local. Una patrulla se personó en el lugar, siendo recibida a tiros procedentes del rifle deportivo de fabricación checa que llevaba. Ambos agentes resultaron heridos y uno de ellos murió días más tarde por una herida en el cuello. 

Tras el tiroteo se puso en marcha un amplio dispositivo de cierre de carreteras para lograr detener al autor. En Sitges, una patrulla lo detectó y se inició una persecución. El sospechoso abandonó el vehículo en un camino forestal de Canyelles, siendo finalmente localizado y detenido en medio del bosque. Se le intervino el rifle, que había sido utilizado en los tiroteos anteriores y para el que disponía de licencia administrativa.

Registro del domicilio
Al día siguiente, los Mossos d’Esquadra registraron su domicilio en una urbanización de Canyelles. Le encontraron 18 cajas de munición con 20 cartuchos cada una, además de unos 200 cartuchos más, una defensa eléctrica, seis flechas, dos machetes y dos navajas. Tras su detención ingresó en prisión, aunque ocho meses después se archivó su caso por demencia e ingresó en un hospital psiquiátrico. 

Por el asesinato de Vilanova i la Geltrú fue condenado a 40 años de internamiento en un centro psiquiátrico y diez más de libertad vigilada.