Salou: Un día demasiado bonito para volar

Era un domingo perfecto para quitarse la chaqueta y tumbarse en la arena para disfrutar de una mañana soleada. Ni gota de aire. El termómetro marcaba 20 grados a las 11 de la mañana.

En esa misma hora empezaba a haber movimiento en la Platja de Llevant de Salou. Se celebraba la primera edición del Salou Wind, un evento organizado por la concejalía de Turisme y la Promoció Econòmica, Comerç i Mercats del Ayuntamiento, que pretendía llenar el cielo de formas y colores con un espectáculo de enormes cometas.

El Club Barcelona Estels iba desplegando todo su arsenal en la arena. En total tenía preparados una decena de cometas gigantes. El más espectacular era un pulpo  de 25 metros de largo. Mientras que los otros iban de los 7 a los 12 metros de diámetro. Pero no hacía viento suficiente como para alzar estas estructuras tan grandes. De mientras iban haciendo probaturas con los más pequeños que no requieren que el aire sople con tanta fuerza.

«Con un viento de fuerza 3 ya tendríamos suficiente para levantarlos. Siempre dependemos del viento», explicaba Francesc Ballvé de Barcelona Estels. Iba mesurando la velocidad del viento con un anemómetro. Hacía las once y media del mediodía la aguja marcaba cero. Tenía la esperanza de que se levantara el viento alrededor de las 12.

«Nosotros siempre lo montamos todo por si a caso», decía. E hizo bien porque finalmente sí que consiguieron levantar su cometa más grande por unos minutos. El llamativo pulpo se erigió en el cielo. Un momento que creó gran expectación entre la gente que paseaba por el paseo marítimo. 

Juegos y actividades infantiles

El buen tiempo sí que propició que las actividades infantiles programadas en el Passeig Jaume I fueran un éxito. Decenas de familias hacían cola para participar en ellas. Los más pequeños pudieron elaborar sus propios cometas. Con rotuladores permanentes y pinturas pudieron plasmar su propio arte en un lienzo de plástico.

Una vez terminados, se dirigían a la Platja de Llevant para hacerlos volar junto a los de los profesionales. «Si hace viento nunca se caen los cometas», decía Ballvé. Pero ayer los más pequeños lo tenían complicado. Era necesario correr un poco para lograrlo. «No habíamos hecho nunca ningún cometa pero ha sido muy divertido», decía Merche, la madre de uno de los pequeños. 

También había el laboratorio del Dr. Bubble para hacer burbujas y un camerino de maquillaje, donde los niños podían pintarse la cara y hacerse tatuajes. 

El evento terminó con un vermut musical con el DJ Strictly Vinyls y la colaboración de Vermuts Miró Reus. También se realizó un concurso de Instagram en que se sortearon cuatro entradas a PortAventura Park.