‘Tengo un Whatsapp’ arrasa en librerías

La escritora Susana Rubio lanza ahora en papel la novela que autopublicó en 2017. Bajo el sello de Penguin Random House, en cuatro días ha agotado la primera edición

16 febrero 2020 07:50 | Actualizado a 16 febrero 2020 09:11
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«Andrea es una joven fuerte y segura, con mucha personalidad, aunque sexualmente es más bien comedida. No se lleva bien con su familia y al inicio del relato acaba de llegar de Bristol, donde ha estado casi medio año. Ahora vive en Madrid con una amiga lesbiana, ya que le quise dar un punto de diversidad. Mientras, Víctor es todo lo contrario. Divertido, descarado y echado para adelante, ha tenido muchas experiencias pero está dolido porque ha salido tocado de su última relación. Son dos polos opuestos. Entonces ¿se atraen? En la trama juego con esta idea», explica Susana Rubio (Cambrils, 1975).

Andrea y Víctor son los protagonistas de Tengo un whatsapp, uno de los éxitos editoriales de la escritora cambrilense. No obstante, la historia de esta novela es particular, más allá de lo que explican sus páginas. Autopublicada en diciembre de 2017 en Amazon, ha sido un éxito sin precedentes en la plataforma online con más de 15.000 ejemplares vendidos, sobre todo en formato digital. «La editora me conoció a través de este libro. Lo leyeron y les gustó y a partir de aquí me propusieron escribir la trilogía de Alexia y quedó en el aire el volumen del whatsapp», comenta Susana.

El momento llegó el pasado día 6 cuando Penguin Random House lo lanzó al mercado en papel con todos los honores y bajo el sello de Montena, en una edición atractiva y desenfadada que ya ha batido un récord, al agotarse en solo cuatro días. La decisión, que se ha revelado acertadísima, obedece también a los cambios que vive el mundo editorial, con claras apuestas por novelas que han funcionado de manera extraordinaria en digital y que a partir de ahí recorren el camino inverso al que estábamos acostumbrados.

«Susana va superándose en cada uno de sus libros; me ha gustado el suspense o se me ha quedado corto» son algunas de las casi 200 valoraciones que sus lectores han dejado en Amazon. Una prosa directa, que engancha y que no está exenta de erotismo. «Una lectora me preguntó al respecto, ya que no le gustaban estos escenarios, por lo que los conté. Exactamente hay tres en los que describo sexo explícito. Es algo que siempre incluyo en mis libros e intento que sea bonito», señala. De hecho, como ella misma apunta, «mis primeros libros como Beauty, Beauty Too o @daniela, no voy a seguir las reglas del juego son más potentes en este sentido con más carga erótica y más escenas fuertes o diferentes. Pero a medida que he ido escribiendo me he ido relajando», bromea.

Se da la circunstancia de que tras estas novelas de género romántico, carentes a priori de toda crítica, se esconde la pluma de una pedagoga, licenciada por la Universitat Rovira i Virgili (URV). ¿Se plasma esta pedagogía en sus relatos? «Se plasma», asegura. «Es algo que siempre tengo en mente. En cuanto puedo saco la vena feminista y algunas reivindicaciones. Pero es una novela y mis personajes fuman o beben. Son jóvenes. Aunque después intento revertirlo y expresan deseos de dejar el tabaco. Perfectos no son, serían aburridos», asevera.

Más novedades

Actualmente esta autora superventas combina su profesión con la escritura, pero en un futuro podría verse en la tesitura de elegir entre dos caminos ya que este último lanzamiento de Penguin Random House no es el último, ni mucho menos. Hay otros ases guardados en la manga. «En verano saco una bilogía en la que recupero un par de personajes. Uno de Tengo un whatsapp, sobre el que mis lectores me pidieron una historia. El otro es de @daniela. También aparecen Andrea y Víctor, aunque no profundizo en ellos», confiesa.

Pese a todo, ver las estanterías de las librerías repletas de Tengo un whatsapp le provocaba una mezcla de nervios y expectación días antes del lanzamiento. «Sé que es una buena historia y las críticas también están siendo buenas. Tiene identidad propia, ya que intento que cada novela sea diferente porque personalmente no me gusta leer un autor y saber qué va a suceder. El miedo es precisamente a que se compare con Alexia y se diga que no se parecen. Pues no, no tienen nada que ver», concluye. Un miedo que se ha disipado con el veredicto de sus lectores: han arrasado.

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