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La Policía Local de Torredembarra estaba en cuadro. Desde 2018, con la celebración de los Jocs del Mediterrani de Tarragona, hasta la fecha, casi la mitad de la plantilla se había marchado. Unos ganando oposiciones en otras ciudades con mayor sueldo o posibilidad de ascenso; otros por comisión de servicio para reforzar la seguridad en la capital durante los Juegos, otros por jubilaciones... «La suma de varios factores adelgazó a la Policía Local hasta el punto de que tuvimos que impedir comisiones de servicio para no quedarnos en cuadro», admite el alcalde Eduard Rovira.
La situación tuvo etapas críticos, ya que a la ausencia de efectivos se debe sumar la falta de presencia de Mossos d’Esquadra en la zona y la gran amplitud de competencias en materia de seguridad que llevan a cabo las policías locales.
Con este panorama, el gobierno local empezó a buscar una solución al problema de efectivos de la Policía Local. Con las dificultades de la contención de gastos ordenada desde Madrid, había que recuperar el máximo ‘músculo’ policial que permitiera la ley. Así, el número de plazas convocadas en 2020 fueron 15 y no más, reconoce Rovira.
250 candidatos
En noviembre, hasta 250 personas se presentaron a la convocatoria. A partir de allí, el proceso de selección terminaría eligiendo a 15 candidatos. Esta semana, tres agentes ya ejercen. Los dos cabos que también han ascendido esta semana son promociones internas del cuerpo. Las otras plazas de agentes seleccionados irán entrando gradualmente: la mayoría están terminando el curso que se imparte en el Institut de Seguretat Pública y una pequeña parte lo empezará el próximo año y ahora serán agentes interinos.
«En el proceso de selección de noviembre, algunos de los candidatos elegidos renunciaron a su plaza para ir a otros municipios y los que ocuparon su lugar (los siguientes de la lista por puntuación) por falta de tiempo no pudieron inscribirse al Institut de Seguretat Pública», dice el alcalde, que añade que igualmente podrán ejercer de agentes, pero sin arma y con otras funciones dentro de la comisaría.
La base de la Policía Local con la convocatoria de 2020 duplicará sus efectivos, permitiendo mejorar los turnos y las tareas de proximidad y seguridad asignadas. Rovira explica que «la idea de este gobierno es que la Policía Local sea un cuerpo de proximidad y no de seguridad. Esta competencia es de Mossos y en su momento se firmaron convenios durante el despliegue. Cuando tengamos comisaría y efectivos, espero que podamos ir dejando esta seguridad en sus manos y reforzar la proximidad», explica.
Mientras la comisaría de Mossos sigue su trámite administrativo para ser una realidad este 2021 y el edificio se nutra de su primera promoción de agentes autonómicos, la Policía Local tendrá más personal para afrontar las diferentes actuaciones de su competencia.
Con la entrada de nuevos agentes, se modifica la estructura de mandos con una promoción interna de cabos. Se ha pasado de cuatro a seis con los dos ascensos de esta semana. También se ‘fichará’ a un sargento que reforzará a los dos que actualmente tiene la Policía Local. En este caso, la convocatoria está dirigida únicamente a sargentos, ya sean de policías locales o de otros cuerpos.
«Con los refuerzos de la convocatoria y la nueva estructura, creo personalmente que tenemos una plantilla dimensionada para Torredembarra. Pero sigo pidiendo la comisaría y agentes de Mossos para que cada cuerpo de seguridad haga sus funciones y nosotros podamos mejorar en el aspecto de la proximidad», subraya Rovira.
El asunto del inspector Gili
El único asunto que quedará por resolver (sin fecha) de la nueva Policía Local es qué pasará con el inspector Josep Gili, actualmente en labores alternativas. Rovira asegura que «cuando se resuelvan las cuestiones judiciales abiertas, tomaremos una decisión al respecto». Mientras, el jefe de la Policía Local es el subinspector Miquel Àngel Marchal.
