Un ladrón de pomos de puertas anda suelto por Vila-seca. No se sabe si actúa solo o acompañado. Es un caso atípico. El individuo no entra en el interior de las viviendas para desvalijarlas, simplemente desmonta el picaporte y se larga por donde ha venido. Es un manitas. Al principio parecía una broma de mal gusto. Una gamberrada. Empezó llevándose algunos de casas a pie de calle o de fácil acceso en el núcleo antiguo. Pero ahora ha empezado a colarse en edificios de pisos en otras partes del municipio. Se ha cebado con uno en la calle Galceran de Pinós. Está animando la actividad de las ferreterías, que a este paso se van a quedar sin recambios en sus trastiendas.
Los Mossos d’Esquadra y la Policía Local están detrás de su pista desde hace un mes. La hipótesis más fiable que manejan es que los roba para venderlos como chatarra. Al peso. Le gustan los de latón (una aleación de cobre y zinc).