El civismo sigue siendo uno de los campos que el consistorio de Vila-seca quiere potenciar entre los ciudadanos. Por esta razón, desde el pasado verano, se ha impulsado una campaña específica que pone el acento en las actitudes cívicas que se deben adoptar como población, que lleva por título +Vila-neta, +civisme. Una de las vertientes de esta iniciativa se centra en las mascotas, en su cuidado y los deberes que todo amo tiene. Sin embargo, el proyecto también incluye iniciativas centradas en el reciclaje. El conjunto de esta campaña de sensibilización empezó el julio del año pasado.
Actualmente, dos educadoras se encargan de concienciar a los vecinos de la importancia de censar a sus perros y colocarles el microchip. Además, también les recuerdan la obligatoriedad de recojer los excrementos de los animales y pasearlos siempre atados con correa. Otro de los recordatorios que más repiten es el de no pasear los perros en parques, jardines y zonas infantiles.
Según las educadoras, la respuesta por parte de la población a este tipo de informaciones es muy positiva. Al día, estas profesionales pueden llegar a informar a unas ochenta personas aproximadamente, a las que se les entrega un tríptico informativo y un paquete de bolsas de plástico para poder recojer las deposiciones. Las horas con más afluencia de gente son a primera y última hora del día. Las dos educadoras informan en todo el municipio, pero especialmente en las zonas perimetrales, ya que es donde se encuentran los principales descampados donde los amos de las mascotas acostumbran a pasear. La tarea de estas dos profesionales se complementa con una exposición de paneles informativos en los que se detallan los deberes que tiene cada amo. Estos paneles itinerarios forman parte de una exposición aún mayor en las que se incluye información sobre el correcto reciclaje.
Para aquellas personas que no cumplan la normativa, el consistorio aplica una serie de sanciones. Sin embargo, recuerdan que esta campaña tiene un objetivo difusor más que sancionador. De hecho, el objetivo principal de la campaña es sensibilizar a la población, evitar la continuidad de los malos hábitos y fomentar el comportamiento cívico.En estos momentos, la normativa de Vila-seca sanciona con multas que se encuentran entre los 90 y los 300 euros a los dueños que sean incívicos.
