Un paradista del mercadillo de Calafell que vendía productos falsificados ha sido absuelto por la Audiencia de Tarragona de un delito contra la propiedad intelectual. Los magistrados entienden que el cliente es consciente que se trata de imitaciones, que no da pie a error.
Inicialmente, el Juzgado de lo Penal número 4 de Tarragona lo había condenado a 540 euros de multa, y al decomiso y destrucción de los efectivos intervenidos. Además, en concepto de responsabilidad civil se reservaban las acciones oportunas por parte de tres empresas perjudicadas.
El acusado es un hombre sin antecedentes penales. Sobre las 12 horas del 8 de agosto de 2017, una patrulla de los Mossos d’Esquadra se encontraba en el mercadillo de Calafell, situado en el Passeig la Unió. Los agentes vieron al acusado vendiendo a los viandantes 14 bolsos de mano y siete mochilas de la marca Moschino, 15 bolsos y 27 monederos de Michael Kors, y tres bolsos de mano y diez monederos de Louis Vuitton.
Tales efectos fueron intervenidos, resultando ser todo el material réplicas de las marcas antes descritas. El beneficio económico que el acusado pudiera haber obtenido de la venta de dichos objetos era de 325 euros.
El abogado defensor, en el recurso de apelación, cuestionaba que los hechos descritos constituyeran un delito porque todo el material no presentaba las condiciones necesarias para suscitar dudas en el consumidor sobre su autenticidad. Además, indicaba que el hecho de que el acusado sea vendedor ambulante no implica necesariamente que deba conocer o que conozca las marcas prestigiosas o de lujo.