Están en zonas verdes y parques para también ganar en tranquilidad y evitar la suciedad en el entorno.
El Ayuntamiento de Calafell ha comenzado a colocar viejos iglús para reciclar vidrio adaptados como refugios para gatos callejeros. De momento se han instalado cuatro pero el objetivo es que haya una decena repartidos por el municipio.
Los iglús se han adaptado con entradas para los gatos y con una puerta de acceso para los cuidadores voluntarios que se encargarán de la limpieza y de dejar comida. Los antiguos contenedores los ha cedido la empresa que realizaba la recogida de vidrio.
Estas casas para gatos en viejos contenedores ya se han instalado en diferentes municipios con éxito. Están asociados a colonias del entorno que están controladas y esterilizadas.
Además del bienestar de los animales el objetivo también es concienciar a la población de que los gatos juegan un papel importante en el control de roedores y de otras plagas.
La concejal de Bienestar animal, Elena Rubio, señala que además se logra que las zonas estén limpias.