El objetivo es intentar dificultar la práctica del botellón y los desórdenes en la vía pública que causan molestias a los vecinos.
Es una tarea difícil, pero el Ayuntamiento de Calafell ha modificado la ordenanza de convivencia ciudadana para intentarlo.
El cambio restringe el horario de apertura de los supermercados ya que Algunos mantenían sus puertas abiertas más allá de la media noche.
También los restaurantes pasan a tener un horario límite de cierre con el objetivo de evitar ruidos.
Los horarios
En el caso de los supermercados entre el 30 de septiembre y San Juan deberán cerrar a las diez de la noche. De San Juan al 30 de septiembre el horario de cierre es a las once de la noche.
El concejal de Seguridad, Marc Casellas, defiende que son unos horarios racionales para los vecinos que deban hacer compras de última hora y olvidos.
Pero sobre todo el objetivo es reducir el horario ya que se ha comprobado que en estos locales los clientes buscan especialmente botellas de alcohol.
Ponerlo difícil
La modificación de la ordenanza intenta así dificultar las concentraciones para hacer botellón.
Cierto es que los grupos que practican ese consumo en calles, plazas y aparcamientos pueden llevar el alcohol de casa o nutrirse antes del horario establecido.
Es entonces tarea de la Policía Local incrementar los controles e imponer sanciones.
Casellas recuerda la prohibición de consumir alcohol en la vía pública.
Los restaurantes
Por su parte el limite horario para los restaurantes es a las dos de la madrugada.
Estos negocios suelen cerrar cocinas a las 23.00 por lo que se considera que hasta las dos de la madrugada hay tiempo suficiente para socializar tras la cena. Y también hay vecinos, muchos, que madrugan y trabajan al día siguiente.
El concejal reitera la necesidad de garantizar el descanso de los vecinos. Pese a que Calafell tiene catalogación de municipio turístico y podría alargar horarios, también pretende ser un modelo tranquilo y respetuoso.
Habrá excepciones en caso de fiestas autorizadas por el Ayuntamiento.
Ya se intentó
En 2019 el Ayuntamiento de Calafell intentó una medida similar fijando horarios para los locales que abren las 24 horas ya que según los informes de la los informes de la policía muchas botellas de alcohol se venden por la noche en estos establecimientos.
La normativa que se aplicó determinaba que en los locales de menos de 150 m2 a partir de las 20.00 no podrá venderse alcohol. Y entre las 23.00 y la seis de la mañana deberán cerrar las puertas.
Pero aquella exigencia dejó de cumplirse.
Ya entonces un informe del Síndic de Greuges de Catalunya destacó que «lo que no puede hacer la administración local es aparcar sus funciones y mostrarse inactiva por el hecho de considerar que la concentración de personas en determinados espacios públicos es la expresión del ejercicio del derecho fundamental de reunión». El Síndic de Greuges señala que esas concentraciones son un «uso abusivo de la vía pública» y que entre las medidas que pueden tomar los municipios está la prohibición de vender alcohol en la vía pública.
