El Ayuntamiento de Calafell cede locales municipales a las entidades bancarias para que instalen cajeros automáticos. La medida pretende paliar los daños causados a los vecinos por el cierre de sucursales en los núcleos de Segur de Calafell y del pueblo.
Muchos vecinos, sobre todo los de edad avanzada, tienen dificultades para trasladarse hasta las oficinas que ha quedado abiertas. En los núcleos en algunos casos no se han mantenido ni cajeros automáticos que permitan realizar algunas operaciones.
La propuesta del Ayuntamiento es que en equipamientos públicos puedan instalarse cajeros. Se ha planteado a las entidades con presencia en el municipio, pero es extensible a otras que puedan estar interesadas. En algunos casos hay conversaciones avanzadas para acogerse a la propuesta del consistorio.
La medida sin embargo ha generado críticas por parte de los ciudadanos que lamentan que el Ayuntamiento ponga a disposición de bancos espacios públicos que se costean con impuestos de los vecinos.
No es solución
La oferta es para instalar cajeros automáticos, lo que de hecho no soluciona las necesidades de personas que requieren de atención personal o que no se manejan con cajeros y mucho menos de manera telemática.
El alcalde Ramon Ferré señala que «somos conscientes de que sólo resuelve una parte del problema». Espera que las entidades se acojan a la opción para tener una mayor proximidad a los vecinos de los núcleos
El Ayuntamiento señala que sólo se cederá un espacio en dependencias municipales que no sean locales de entidades, sino aquellas de uso administrativo, por lo que no deberían perderse metros para las asociaciones. Destaca además que es un espacio de unos 2m2.
El cierre de oficinas ya generó quejas entre los vecinos, pero el Ayuntamiento no tiene potestad ni para sancionar ni para obligar a que un banco abra una sucursal con personal. El cierre de sucursales supone un problema especialmente para personas que no están acostumbradas a la banca telemática y difícilmente con los cajeros si deben realizar una operación más allá de sacar efectivo.
Cursos
Para intentar ayudar al colectivo el Ayuntamiento ofreció durante el pasado otoño cursos de competencias digitales para permitir recursos básicos a las personas mayores para manejarse con la aplicación La Meva Salut, de uso obligado por la extensión de los contagios de coronavirus, pero también a la hora de utilizar la banca digital.
El pleno del Ayuntamiento ya aprobó por unanimidad de todos los grupos una moción de protesta por el cierre de las sucursales en el municipio señalando que todas las personas deberían tener garantizado el derecho a los servicios bancarios con independencia de sus habilidades digitales, localidad o núcleo de población en la que residan.