Clausura festiva para el Festival Internacional de Música de debut

La JOFICAT interpretó diversos temas que conectaban distintos tipos de música a menudo considerados incompatibles con una formación de orquesta sinfónica convencional

14 agosto 2017 08:33 | Actualizado a 14 agosto 2017 08:49
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La Jove Orquestra Filharmònica de Catalunya (JOFICAT) fue la encargada de cerrar la primera edición del Festival Internacional de Música Costa Daurada- Salou en su papel de orquesta residente en el evento musical que ha contado con la presencia de múltiples artistas y localizaciones. Pocos minutos después de las 20:30 empezaba un concierto en la plaza de las Comunitats Autònomes que tenía la voluntad desde el inicio de interpretar unas obras que aunque la mayoría no habían sido pensadas para una formación orquestral, podía no congeniar correctamente con la orquesta.

La JOFICAT, con una plantilla de músicos de entre 16 y 25 años, inició su actuación con la introducción de la película rusa The Gadfly creando expectación entre el público asistente que llenaba las localidades del espacio. 

La siguieron la Perfidia de Xavier Cugat y Snowflackes, el segundo movimiento de la Suite para piano y orquesta de Alexander Tsfasman. Seguidamente llegaba la música cinematográfica conuno de los temas de la banda sonora de Moulin Rouge y Cinema Paraíso.

Los músicos de la  JOFICAT tienen entre 16 y 25 años de edad y residen en Catalunya

El siguiente bloque de la programación lo integraban tangos y otras variedades de música latina que trasladaron a los asistentes al acto hasta sitios como Argentina o Cuba llevando consigo el toque habitual de sabor que caracteriza la música de este tipo. La orquesta fue capaz de transmitir está sensación a la platea y además lo selló con su marca personal haciendo que las melodías que ya han pasado a formar parte de los estribillos habituales de la gente cogieran un nuevo color sin perder su origen.

La música japonesa también tuvo un espacio durante la noche con la interpretación de distintos temas de la película 2046 musicada por el compositor Shigueru Umbeyashi. Siguiendo en el ámbito internacional pero otra vez de vuelta a los tangos, sonaron también piezas com Oblivion o Libertango de Astor Piazzola o Graciela y Buenos Aires de Jose Bragato quien compartió vivencias con Piazzola ya que fue el chelista solista de su orquesta.

No obstante, uno de los momentos estelares fue la interpretación del Danzón n.2 de Arturo Márquez con el que la orquesta estrenaba una versión arreglada a drede para ellos y para la ocasión por el mismo compositor que a pesar de ser de origen mexicano, escribió uno de los temas que más se relacionan con la cultura procedente de Cuba. 

La música latina y de películas fue la protagonista de la velada

La adaptación estaba escrita para orquesta acompañada de saxo y piano, demostrando virtuosismo los intérpretes a la vez que capacidad de adaptación a un contexto que en un primer momento les podía resultar poco cómodo teniendo en cuentra la masa sonora a la que se enfrentaban además de estar tocando al aire libre, situación que genera una pérdida de control de la emisión del sonido considerable.

Acto seguido llegaron tres piezas de Lalo Schifrin, The wave, Murmurio y Samba do perruquet que aunque fueron obra de una misma pluma relataban tres paisajes sonoros muy distintos yendo desde el mar hasta los ritmos frenéticos de la samba. 

El concierto teminó con Le Mepris de Georges Delerue y un bis ante la insistencia de un público conmovido ante la combinación de una plantilla joven pero ante todo profesional que contó con la presencia de los solistas Natalia Borysiuk al violín, Svetlana Tovstukha al chelo y Marçal Montlloral saxofón todos ellos guiados por la batuta del maestro Melani Mestre.

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