El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
Una familia lleva desde hace años intentando vender su casa en Miami Platja. Pero no lo pueden materializar porque desde hace más de 10 un hombre está ocupando la vivienda, a pesar de la existencia de dos sentencias judiciales que le conminan a abandonarla. Los hijos están desesperados porque necesitan el dinero para poder pagar la residencia de su madre.
En julio de 2008, el matrimonio formado por J.S.R. y M.C.D.G. adquirió una casa situada en Miami Platja. El 1 de diciembre de 2013 arrendaron al inmueble a una mujer –que tenía un compañero, que es quien ha estado ocupando la casa– .
Pero ésta no abonaba el pago de las rentas y el 15 de mayo de 2015, el Juzgado de Primera Instancia 4 de Reus dictó una sentencia en la que se declaraba resuelto el contrato de arrendamiento y se declaraba el desahucio de la demandada, condenándola al desalojo.
Los propietarios del inmueble recuperaron la posesión, siendo su intención la venta de dicho inmueble. La pareja, sin embargo, siguió residiendo en la misma.
El 27 de abril de 2019 falleció uno de los propietarios y sus dos hijos adquirieron la mitad de la herencia –la otra mitad era la de su madre–. En este año se apercibieron de que el dicha casa vivía el condenado, O.E.K, por lo que presentaron una nueva denuncia.
Última sentencia
En la sentencia, dictada el pasado 26 de junio de 2023 por el Juzgado de Instrucción número 2 de Reus , consta que en los últimos meses encargaron a una agencia inmobiliaria la venta, si bien el ocupante ha impedido las posibles visitas de los compradores.
En la sentencia consta que el acusado se instaló en dicha vivienda como mínimo desde el 2013, con la voluntad de residir en ella, careciendo de autorización o título legítimo alguno, negándose a abandonarla, habiéndose mantenido en dicha ocupación contra la voluntad de los legítimos propietarios, «situación que persiste en la actualidad, impidiéndoles disfrutar de sus derechos y, en particular, de su intención de enajenar dicho inmueble, precisando el importe de la venta para atender las necesidades de la Sra. M.C.D.G.». Por ello, el hombre fue condenado al pago de una multa de 270 euros como autor de un delito leve de usurpación de bien inmueble.
En junio del año pasado, el juez le daba cinco días para marcharse o sería desalojado por la fuerza. Todavía sigue en la casa
La sentencia también fijaba que una vez la misma fuera firme, dejara vacía, libre y expedita la vivienda, y a disposición de los legítimos propietarios en el plazo máximo de 5 días «y, para el caso de no verificar lo anterior de forma voluntaria, se le apercibió de que se procederá al desalojo forzoso e inmediato». Ha pasado más de medio año y el hombre no se ha marchado de la casa.
Durante el juicio, la dueña declaró que como la arrendataria no pagaba la renta, su marido fue a pedir que dejaran la casa y el ahora condenado le amenazó con un arma. Y no ha sido la única amenaza que han recibido.
El abogado de los demandantes, Enric Fornós, ha apuntado al Diari que desde que se dictó la sentencia «no solo he presentado escritos pidiendo el desahucio sino que también he llamado directamente y prácticamente no han hecho nada». Por ello, califica la situación de «desidia e irresponsabilidad».
