«Parece la ciudad sin ley». Creixell está viviendo esta semana una situación extrema. La falta de personal, sumada a las bajas médicas de los agentes de la Policía Local, ha dejado todas las noches a un interino al frente de la comisaría. Un agente sin arma que solo atiende el teléfono y puede derivar las urgencias a Mossos o tomar nota de las quejas de la ciudadanía. La plantilla ha pasado en 10 años de 18 a 14 agentes, y tres de ellos son interinos.
El descenso de funcionarios en la plantilla ha motivado que los policías se hayan plantado para no hacer horas extras y ello condiciona los turnos, donde en las noches de esta semana solo ha quedado un interno al mando.
La situación laboral de la Policía Local es un problema que tiene encima de la mesa el Ayuntamiento, pero también lo padece la ciudadanía. Esta semana ha habido botellones en la playa, quejas por exceso de ruido y actos vandálicos que han terminado con un coche calcinado y otros cinco con daños y pintadas.
Añadiendo un lanzamiento de sillas dentro de un camping con una caravana dañada. Mossos ha acudido un par de veces esta semana, pero no siempre tiene activos para responder a las llamadas de Creixell.
Impotencia
En la madrugada del domingo, alrededor de las 4 de la madrugada, el 112 registraba una llamada de un incendio en Creixell, al lado de la vía del tren, cerca del camping Sirena Dorada, en la avenida del Ferrocarril. El coche, un Ford Focus de casi 18 años terminó calcinado. Los que estaban en las inmediaciones con pintadas de spray negro y alguna que otra ventanilla rota.
El sábado, el día antes de esta ‘fogata’ hubo lanzamiento de sillas de plástico desde la avenida al interior del camping y alguna de las caravanas sufrieron desperfectos, incluso alguna ventanilla rota. Ningún herido.
La situación ha indignado a las víctimas de estas gamberradas, que han presentado denuncias de los hechos pero que ven impotentes como algunos grupillos de jóvenes campan a sus anchas sabiendo que no hay patrullas y que se creen ‘los amos’ de la noche.
