El Ayuntamiento de Cunit insiste en que sus espigones paralelos a la costa han minimizado el impacto de los temporales en sus playas.
Pese a que en municipios vecinos como Calafell apuestan por la naturalización para hacer más resistentes las playas y optan por eliminar barreras de piedra, en Cunit defienden sus espigones con la creencia que sirven para el mantenimiento de los arenales.
El alcalde Jaume Casañas señala que «tenemos otra vez una regresión de la playa debido a los temporales. Gracias a los espigones nuestro litoral han soportado mejor el impacto de las olas que en otros municipios».
Cunit está a la espera de una decisión sobre el futuro del antiguo puerto de la térmica de Cubelles para el que hay diferentes opciones desde la eliminación total a dejarlo como está o sólo derribar una parte. En esa obra también podría determinarse eliminar algunos de los espigones de Cunit, a lo que el consistorio de la localidad se opone.
En la estrategia a seguir entre colocar barreras artificiales o apostar por la naturalización para mantener las playas está la garantía de continuidad de la costa. En juego está no sólo conservar lo que es la primera barrera de contención frente a los temporales, sino mantener el principal activo económico del litoral.
Además de defender a sus espigones, Cunit también reclama al Ministerio de Transición Ecológica que realice una aportación de arena para recuperar el sedimento arrastrado por los temporales.
No obstante el Ministerio todavía debe decidir dónde y cuándo realizar aportaciones de arena en las playa más dañadas por los temporales. Sin embargo serán complicadas ya que el sedimento es cada vez más escaso y no puede extraerse de los fondos marinos ya que supondría un fuerte impacto para las comunidades sumergidas.
En todo caso la aportación no se haría hasta pasada la temporada de temporales y que la arena que pudiese verterse sería otra vez arrastrada
El alcalde de Cunit pide una aportación de arena «para garantizar la temporada de verano y, sobre todo, un servicio de playas de calidad que es lo que queremos en el municipio».
Los expertos señalan que debe comenzar a plantearse otro concepto y tratamiento más de la playa que el humanizado y pensado de uso exclusivo para tender toallas.
