El Baix Penedès pide a Saint Gobain que evite el cierre

Los alcaldes del Baix Penedès han firmado un manifiesto para intentar que la empresa Saint Gobain evite cerrar el horno de la división de Glass que afecta a 122 trabajadores directos.

Los representantes de los municipios piden crear una comisión para ser interlocutores entre la empresa,  trabajadores y organismos superiores como la Generalitat o el Gobierno Central.

En el escrito piden a Saint Gobain que «rectifique esta decisión precipitada» y seguir trabajando «este año y medio de vida que tiene esta instalación según los expertos».

Horno

Saint Gobain argumenta para el cierre de la división de Glass que el horno ha llegado al final de su vida útil y que no es viable la reparación o hacer uno nuevo ante la caída demanda del mercado. En Saint Gobain está la división de Sekurit, que fabrica vidrio para automoción y la de Glass, que nutre a Sekurit.

Los trabajadores señalan que con las reparaciones hechas en los últimos años el horno todavía tiene vida útil y es la que los alcaldes piden aprovechar para poder encontrar una solución por el bien de la empresa, de los trabajadores y de la comarca del Baix Penedès, que lidera los índices de desempleo en Catalunya. 

Temor
Porque el cierre de la división de Glass, y el temor de que detrás venga la de Sekurit de la misma empresa,  es un impacto a la economía y los vecinos de la comarca. Los alcaldes, pese a que en las últimas décadas no se han sabido impulsar desarrollos industriales, recuerdan que hace meses acordaron compartir una estrategia para impulsar socioeconómicamente la comarca.  En ese acuerdo denunciaron el agravio continuo que sufre el Baix Penedès y que «no puede seguir siendo menospreciada por la Generalitat».

Este miércoles el conseller de Treball, Chakir El Homrani, estuvo en El Vendrell y señaló que la situación de Saint Gobain preocupa a la Generalitat. Dijo que se buscan alternativas a plantear a la empresa para que la afectación sea la menos posible.

Decisión
Sin embargo la empresa ya ha trasmitido a los trabajadores y a los alcaldes de L’Arboç y de Banyeres su decisión de cerrar la división de Glass.

Los representantes comarcales señalan que el cierre de la división deja aún más en la cuerda floja a la comarca que arrastra una gran problemática laboral y social por la falta de empleo.  Calculan que el impacto económico de la fábrica por sueldos y empresas auxiliares es de 20 millones de euros que repercuten en el comercio y otros sectores de la comarca.

De momento los trabajadores han iniciado movilizaciones y este domingo inician una huelga indefinida.