El hotel de lujo de Bonmont negocia con varias cadenas para abrir puertas

La propiedad pretende inaugurar este verano en Mont-roig del Camp. Marriot, que se marchó en 2019, figura también entre las candidatas

12 marzo 2022 19:00 | Actualizado a 14 marzo 2022 12:39
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La propiedad del hotel de lujo ubicado en el Club de Golf Bonmont, en Mont-roig del Camp, negocia con distintas cadenas para tratar de abrir definitivamente sus puertas este verano. El complejo, un cinco estrellas superior orientado a la salud y el bienestar, está completamente acabado desde hace dos años y medio y lo tenía todo a punto para inaugurar en noviembre de 2019 con el sello Westin de Marriot, pero problemas surgidos en una de las últimas auditorías de calidad del grupo hotelero estadounidense provocaron su retirada y, con ello, la paralización de la apertura de este establecimiento.

La eclosión de la pandemia por el coronavirus en marzo de 2020 y su perdurabilidad durante los dos últimos años ha frenado la posibilidad de poder abrirlo durante este periodo, aunque ahora la familia Lavanchy, propietarios del 50% del complejo junto con otra empresa suiza a la que está asociada, se ha puesto manos a la obra para tratar de desencallar definitivamente el proyecto.

Entre las posibles cadenas que podrían hacerse cargo del resort, según ha podido saber el Diari, figura la propia Marriot, ya que las líneas de la decoración del complejo llevan su sello Westin.

El complejo, el único de la Costa Daurada situado a pie de un campo de golf de 18 hoyos, cuenta con 135 habitaciones y suites con vistas panorámicas a las montañas y colinas y al mar Mediterráneo.

Construido en una parcela de 17.720 metros cuadrados dispone, además, de 1.000 metros de spa y fitness club; las instalaciones del campo de golf así como un complejo deportivo; jardines y piscinas. Entre las más llamativas del resort figura una exterior, de 150 metros cuadrados y estilo baño romano.

Para eventos corporativos y sociales, el hotel tiene también una zona de congresos con grandes salones de distintas capacidades. La experiencia gastronómica, amplia y variada, era otro de los pilares pensados por Westin para completar una estancia de armonía y bienestar.

La compañía que iba a gestionar la explotación del establecimiento, ADH Hoteles, abandonó el proyecto a finales de 2019, después de casi un año tutelándolo en calidad de franquiciado de Westin y como arrendatario de la propiedad, la familia suiza Lavanchy.

El operador incluso contaba con una cincuentena de empleados (la mitad de ellos ciudadanos de Mont-roig del Camp formados expresamente para ejercer en las diferentes áreas de trabajo del hotel). Sin embargo tuvo que despedirlos en noviembre de aquel año, mediante un expediente de regulación de empleo, después de tres meses asumiendo sus nóminas y las consiguientes pérdidas por la falta de actividad del complejo. En temporada alta iba a emplear a un centenar de personas.

El complejo incluso llegó a estar ofertado en distintos portales vacacionales, aunque sin la posibilidad de que ningún cliente pudiera llegar a reservar fechas.

El establecimiento ocupa las instalaciones que empezaron a construirse en 2008 para dar vida al que debía ser el primer hotel Sheraton de Catalunya. Aquel proyecto, sin embargo, también quedó paralizado a raíz de la crisis económica, hasta que en 2015 la familia Lavanchy decidió reactivarlo de nuevo tras comprar el otro 50% de Bonmont Terres Noves a la compañía Medgroup, con quien compartía la propiedad hasta entonces.

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