El puente de la N-340 en Cambrils se derribará antes de finalizar 2017

El puente de la N-340 que sortea la Riera de Cambrils, en pleno centro urbano de la ciudad, tiene los días contados. Tras la aprobación inicial del proyecto el pasado mes de mayo de la demolición de esta estructura –y posterior construcción de otro paso que sortee el cauce de la riera–, esta semana se ha hecho otro paso en firme para que las obras de derribo dejen de ser sólo palabras vacías.

El Butlletí Oficial de la Província de Tarragona (BOPT) ha publicado un edicto en el cual refrenda la aprobación definitiva del «subproyecto-fase 1 demolición del puente y urbanización parcial de la avenida Baix Camp». Este acuerdo se cerró el 23 de septiembre en Junta de Govern Local y firmó el edicto la alcaldesa Camí Mendoza el pasado día 4 de octubre. Ahora, con la publicación del mismo en el BOPT, empieza la cuenta atrás para que la parte más vistosa y necesaria de esta reordenación urbana de la antigua N-340 se lleve a cabo.

Hasta Navidad, quedan dos meses donde todavía cabe recurso judicial a la aprobación definitiva de este proyecto, que cuenta con un presupuesto de casi un millón de euros, según recoge el acta de la Junta de Govern Local. Fuentes municipales confían en que si no ha habido alegaciones al proyecto difícilmente alguien presentará recurso contencioso administrativo y se calcula que para después de fiestas, se abra el plazo de licitación de la obra para poder adjudicarla a lo largo del primer semestre de 2017. Aunque es difícil predecir un calendario, el derribo del puente podría iniciarse dentro de un año aproximadamente.

El proyecto de reconversión de esta antigua nacional en una arteria principal de Cambrils se ejecutará en un principio en tres fases, siendo esta primera la más vistosa por el derribo de este antiguo puente. Aparte de la supresión de esta barrera arquitectónica, también se incluye en esta primera fase la urbanización parcial de la avenida Baix Camp.

La segunda fase será la construcción de un nuevo puente definitivo que cruce la Riera d’Alforja con una partida prevista de cerca de medio millón de euros. La idea es que el nuevo paso no sea un muro entre la zona de interior y la zona de playa, sino que sea un paso que ofrezca mayor permeabilidad de la trama urbana. Por último, en la tercera fase de la conversión de esta N-340 en vía municipal se urbanizará la parte central para potenciar el peso del peatón.

Desde la rotonda del Camí de la Creu hasta la rotonda de la carretera de Montbrió, la N-340 sigue teniendo la misma configuración de vía rápida. Continuando con las intervenciones, ya se proyectó la construcción de una rotonda en el trazado de la antigua N-340, a la altura de la avenida Vidal i Barraquer y del cruce de la avenida Baix Camp con la calle Pere III, mejorando la permeabilidad de la trama urbana. A pesar de haber hecho estas transformaciones, aún sigue habiendo la principal barrera que separa el municipio, el puente de la antigua N-340 que se derribará.

Cabe recordar que el Estado traspasó esta vía en 2010 una vez se abrió la variante (A-7) y desde entonces el proyecto de reconversión se ha encallado varias veces.