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El Ayuntamiento de El Vendrell tendrá activo desde el próximo lunes un número de teléfono al que podrán llamar las personas que sufran acoso en centros educativos, deportivos o en asociaciones a las que pertenezcan. El teléfono es una de las iniciativas de la campaña iniciada para actuar contra ese tipo de acoso y prevenir el bullying.
La idea de un teléfono al que poder pedir ayuda por sufrir bullying surgió tras la detección de diversos casos de absentismo escolar en los que el estudiante optaba por no ir a clase para evitar sufrir burlas y amenazas por parte de alumnos acosadores.
Eran por ello casos de difícil detección en colegios e institutos, ya que los estudiantes víctimas apenas acudían a clase. Así, los impulsores de la iniciativa consideran que a través del teléfono tienen más acceso a poder explicar su situación y recibir ayuda.
WhatsApp y correo
Además del número, que también es WhatsApp, las víctimas de acoso escolar contarán con un correo electrónico donde poder explicar su situación a profesionales que analizarán los casos y podrán desplegar el protocolo más adecuado.
Las alertas que pueden dar las víctimas son tanto de bullying sufrido en vivo en las aulas como a través de redes sociales, un acoso que se ha incrementado mucho en los últimos años.
Además, estas nuevas vías de maltrato cibernético son más incisivas, ya que el escarnio es público y pueden atacar durante las 24 horas y todos los días de la semana, por lo que la opción de no acudir a clase para intentar evitar el daño no libera a la víctima del acosador.
Quien llame al teléfono recibirá los consejos de un asistente y podrá decidir si quiere realizar una entrevista o un encuentro para analizar las posibles soluciones del caso.
Recurso de emergencia
«Hay casos en los que la víctima oculta la situación a su familia y no tiene confianza en su colegio». Esa tensión provoca que el joven sufra la situación de forma íntima, lo que genera más aislamiento y sufrimiento. Por ello el teléfono puede ser un recurso de emergencia en una situación de sentirse al límite.«Es más fácil que presentarse de forma directa a pedir ayuda». Aunque la recomendación es alertar a escuela o familia al menor indicio.
A partir de una llamada se evalúa el riesgo y comienza la atención del caso y siempre cada paso se da con autorización del afectado. Los equipos de atención pueden alertar a la familia, al centro docente e incluso a los cuerpos de seguridad si se trata de situaciones de gravedad.
«Llamar ya es un primer paso para buscar una solución», señala Claudia, asistente del servicio. Y cuando comienzan a explicar los miedos las víctimas se tranquilizan.
La iniciativa es prácticamente pionera y comenzará el lunes, aunque cuandolos impulsores consideran que tendrá más repercusión será en el próximo curso. Estos meses hasta finalizar las clases servirán para comenzar a testar su funcionamiento.
Los carteles con los números de teléfono para pedir ayuda conra el bullying estarán colgados en todos los colegios y equipamientos municipales para que llegue la iniciativa a la mayor cantidad de población posible.
