El conflicto entre los trabajadores de la empresa Claro Sol Facility Services, firma que está subcontratada para la limpieza de los hoteles de PortAventura, sigue encallado. Tras las negociaciones de estos últimos meses para mejorar las condiciones laborales de los empleados no han llegado a ningún acuerdo. Por ello el próximo 28 de marzo se reunirán en asamblea para decidir qué hacen: si siguen las negociaciones pero esta vez con la mediación del Tribunal Laboral de Catalunya o bien se plantean acciones más contundentes como movilizaciones o incluso llegar a la huelga.
Según explican desde el Comitè, la empresa quiere hacer una reorganización de los trabajadores aplicando el artículo 41 del estatuto de los trabajadores porque no le salen los números.
Dolores López, representante de los trabajadores en el Comitè, denuncia que tienen sobrecarga de trabajo «por lo que nos pagan (...) los contratos están rozando el salario mínimo interprofesional, pero encima no les contratan por 40 horas. I solo las contratan por 5 o 5 horas y media», apunta.
Los empleados se reunirán en asamblea el próximo 28 de marzo para decidir qué hacenPor otro lado, exponen que la empresa no quiere que los trabajadores puedan realizar vacaciones durante los meses de verano. Pero según López, el convenio marca que los empleados pueden escoger cuando hacen la mitad de los días que tienen por vacaciones. «En verano habíamos podido cogerlos siempre», explica López. En total habría unos 172 trabajadores fijos discontinuos afectados.
Desde el Comitè también consideran injusto el despido de cinco trabajadoras. En dos de estos casos el juez ha resuelto que se trataba de despidos improcedentes. Consideran que a alguna de ellas se la echó porque era de las que más cobraba por antigüedad.
Hace meses que dura el conflicto. Los trabajadores de limpieza de los hoteles de PortAventura ya amenazaron en abril del año pasado con hacer huelga por sus «precarias» condiciones laborales. El pasado mes de agosto el personal de limpieza realizó una marcha lenta en forma de protesta para denunciar sus condiciones. La acción concentró a decenas de coches que arrancaron desde el Raval de Mar hasta llegar a la entrada del hotel Gold River.